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DEBATES

EL PO Y LA SINDICALIZACIÓN DE LA POLICÍ

¿Con o sin “la gorra”?

La “lucha” de prefectos y gendarmes abrió una nueva discusión en la izquierda, esta vez sobre el carácter de clase de las fuerzas represivas, sobre su función estatal, sobre el apoyo a sus “huelgas” y sobre su sindicalización. No voy a repetir acá las posiciones del PTS en estos debates, remito al lector a leer los artículos publicados en La Verdad Obrera N° 495, 496 y 497.

Alejo Lasa

1ro de noviembre 2012

¿Con o sin “la gorra”?

La “lucha” de prefectos y gendarmes abrió una nueva discusión en la izquierda, esta vez sobre el carácter de clase de las fuerzas represivas, sobre su función estatal, sobre el apoyo a sus “huelgas” y sobre su sindicalización. No voy a repetir acá las posiciones del PTS en estos debates, remito al lector a leer los artículos publicados en La Verdad Obrera N° 495, 496 y 497.

Sí quería referirme a un artículo de Norberto Calducci publicado en Prensa Obrera N°1245, sobre el proyecto de sindicalización de la policía presentado en la Legislatura neuquina por los diputados del UNE (partido orientado por la CTA) junto a sus aliados kirchneristas del FPN, y sobre el rechazo del compañero Alejandro López al mismo.

Calducci denuncia correctamente el proyecto de sindicalización del UNE como reaccionario, y señala la “contradicción” de ese partido de haber votado a favor de una declaración (sólo votada en contra por Alejandro López del FIT) que repudia la “insubordinación de una Fuerza de Seguridad” (se refiere al reclamo salarial de prefectos y gendarmes) y a la vez proponer su sindicalización para llevar adelante sus “reclamos”. Incluso lo cuestiona por “crear la figura de “trabajadores de la seguridad”, lo que convierte a la represión de los trabajadores en un oficio o categoría laboral”. Hasta ahí pareciera que PO, al menos en Neuquén, retrocediera de anteriores apoyos a la sindicalización de policías. Pero como veremos nada de esto es así, es apenas una “izquierdización” de los argumentos para una misma política oportunista.

Verdaderas posiciones ambiguas

Calducci afirma que la posición de la banca del FIT es “ambigua” porque “se declara neutral ante un proyecto que debería ser denunciado y combatido, por su finalidad de reforzar la dominación de la jerarquía policial sobre las escalas inferiores y, del mismo modo, la condición de la Policía como la primera línea represiva del actual orden social y político”. No sabemos en qué basa esta doble argumentación. En primer lugar, la banca del FIT fue la única voz por izquierda que denunció este proyecto de ley para sindicalizar a la policía y el plan del UNE de “salir a recorrer las comisarías” para sumar adhesiones. Al contrario, PO ni siquiera sacó un comunicado que haya “denunciado y combatido” esta política reaccionaria.
En segundo lugar, una de las denuncias centrales desde la banca sobre “la condición de la policía” es que, como se señaló en un comunicado, “su función es la de reprimir, la de defender la propiedad privada, a los gobiernos y sobre todo a los empresarios”.

La realidad es que el de las posiciones ambiguas es el Partido Obrero. Una de sus críticas al proyecto del UNE es por “insertar la “sindicalización” en la ley orgánica (de la Policía)”, porque ésta “establece que una de las funciones centrales de la Policía es “reprimir toda perturbación del orden público”. ¿Acaso PO apoyaría o promovería la sindicalización de la policía si no fuera en el marco de esta ley? ¿Cree PO que el carácter represivo de esta fuerza lo determina una ley, y puede haber una sindicalización “progresiva” de la policía? Pareciera ser que sí, ya que para PO “una verdadera sindicalización de la base de los aparatos de represión es incompatible con esas fuerzas y con el Estado al cual sirven” (el destacado es mío).

Para PO, como se desprende de esta afirmación, la desarticulación de las fuerzas represivas pasaría por su sindicalización “verdadera”. Ya señaló Ramal en otro artículo que “oponemos a la sindicalización que reclama un sector de la burguesía -que se reduce a formar una comisión de gestión laboral- un sindicato con derecho de huelga y poder de veto sobre las órdenes que impliquen ataques contra la lucha de clases del movimiento obrero y del conjunto de los explotados”. Supongamos la siguiente escena: orden de desalojo de un piquete de desocupados, el oficial consulta con el sindicato: “¿ejercerán ustedes su derecho de veto?”, el delegado del sindicato responde: “no, señor”, el oficial continúa: “pues entonces, proceda”.
Se aplica a PO lo mismo que dijéramos de IS: su política hacia las fuerzas represivas no es más que “la continuación del pacifismo por otros medios”.

Un desconocimiento “discrecional y antifrentista”

Calducci afirma que “López tampoco denunció la finalidad política reaccionaria de la represión estatal contra los gendarmes insubordinados en la Costanera, que es defendida por la Declaración de los bloques oficialistas”. Calducci no tiene que participar de las sesiones de la Legislatura para saber que López sí denunció cuando votó en contra de la declaración de “los bloques oficialistas” (y opositores) “la finalidad política reaccionaria” de la misma. Como señaló en su intervención, “el planteo que salió a hacer el gobierno nacional de intento de golpe de Estado no se condice con la realidad (...) esto ha sido una puesta en escena” porque “la protesta de Gendarmería y Prefectura abrió una crisis política” y quisieron frenarla cerrando filas “en defensa de la institucionalidad democrática”.

Finalmente, Calducci afirma que “el manejo discrecional y antifrentista del bloque legislativo - por parte del PTS- ha impedido que el FIT asumiera una posición revolucionaria frente a la propuesta UNE-CTA y a la Declaración parlamentaria, en lugar de un abstencionismo políticamente ambiguo”. Como dijimos, no hubo ni abstencionismo ni ambigüedad. Pero lo que no quiere ver Calducci es que, así como no lo hubo nacionalmente entre los partidos del FIT, tampoco hubiera sido posible un posicionamiento común en nuestra provincia, porque tenemos diferencias en este punto. Izquierda Socialista apoyó “con armas y bagajes” (sólo en sentido figurado...obviamente) el reclamo de prefectos y gendarmes, y PO propone, a veces abiertamente, otras de manera ambigua, una “verdadera” sindicalización de la policía. Pero para el PTS, y como señaló Trotsky, “todas las policías, ejecutoras de la voluntad del capitalismo del Estado burgués y de sus pandillas de políticos corruptos deben ser disueltas. Ejecución de las tareas policiales por las milicias obreras”.
Y aunque PO no lo comprenda, compartimos con Alejandro López y los compañeros independientes de la agrupación Marrón esta posición ante a las fuerzas represivas que, al igual que muchos otros puntos programáticos expresados en la corriente Nuestra Lucha, conquistamos luego de 14 años de militancia en común. Por eso la banca asumió “una posición revolucionaria frente a la propuesta UNE-CTA”

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