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Elecciones 2011

Claudio Dellecarbonara: “Somos trabajadores, luchadores y socialistas”

Entrevistamos al delegado de la línea B del subte y candidato a legislador porteño.

PTS

9 de junio 2011

Trayectoria

 Claudio Dellecarbonara nació en 1972 en Capital Federal. Trabaja en el subte desde 1995.

 En 2004 sus compañeros de la línea “B” lo eligieron Delegado, volviéndolo a votar el 18 de mayo junto a 13 compañeros del sector clasista del nuevo sindicato.

 Es referente en las luchas contra despidos, por las 6 horas y el pase a planta de tercerizados.

 En 2008 encabezó el plebiscito para formar el nuevo sindicato. En la lucha por el reconocimiento del sindicato, defiende que sea antiburocrático e independiente del poder político.

 Fue el único que no firmó la paz social en 2009.

 Ingresó al PTS en 2007 y fundó la agrupación del subte “Democracia Desde las Bases”. Encabezó la campaña por el no voto en las elecciones de la CTA, ya que el ingreso a la misma, además de inconsulto, implicaba el alineamiento con Yasky.

 En las elecciones del nuevo sindicato la lista que encabezó sacó el 34% de los votos.

 El sector clasista que lidera es parte del denominado “sindicalismo de base”. Junto a otras experiencias antiburocráticas e independientes como la fábrica Zanon y el sindicato Ceramista de Neuquén, las Comisiones Internas de Kraft y PepsiCo, entre otras, fundó el periódico nacional Nuestra Lucha.


Entrevistamos a Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea B del subte, dirigente del PTS y candidato a legislador porteño por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

—¿Qué opinás de los candidatos del kirchnerismo en la Ciudad?

— Filmus y Tomada están muy bien elegidos por Cristina. Para competir con Macri necesitaban a gente con experiencia en actuar contra los trabajadores. Y ellos demostraron que la tienen. Tomada, por ejemplo, reconoció su estrecha relación con tipos como Pedraza, el asesino de Mariano Ferreyra. Y los trabajadores del Subte hace años que luchamos contra los intentos del gobierno por derrotar la organización democrática que construimos. Incluso hoy estamos en una dura lucha contra el intento de copamiento del kirchnerismo sobre nuestra organización gremial.

Nosotros somos el sector clasista que viene peleando contra la orientación de la mayoría de la Comisión Directiva del Sindicato, que hasta se niega a reconocer a la minoría votada en una asamblea extraordinaria. Este método es una consecuencia clara de lo que significa alinearse con el gobierno.

- La lucha por el Sindicato del Subte es un ejemplo de esa pelea contra el gobierno.

— Hace poco más de un año el ministro de Trabajo dijo que nuestras medidas de lucha eran “extorsión y apriete”. Textualmente dijo “no son delegados, están haciendo un planteo pidiendo representación gremial”. O sea que no nos reconocía como dirigentes del subte. Fue la voluntad de los trabajadores por conquistar nuestra propia organización lo que obligó a Tomada a reconocer la “simple inscripción” de la AGTSyP, con dos años de atraso y habiendo impuesto él un acta de paz social a fines de 2009. Pero claro, lo hizo de manera de no molestar a sus amigos de la UTA, dejando en manos del patotero Fernández toda negociación colectiva y, como si esto fuera poco, reconociéndonos como un “sindicato de empresa”.
Cuando Tomada decía que nuestra lucha “no tenía chances de prosperar” quería decir que iban a hacer todo lo posible para vencer nuestros métodos y nuestra organización. Por eso nuestra lucha continúa.

- ¿Qué significan candidaturas como la tuya en el FIT?

— Muchos compañeros integramos las listas del Frente de Izquierda como expresión de estas luchas. En cada empresa, barrio o facultad no peleamos sólo por nosotros. Nuestro objetivo es conquistar la independencia política de los trabajadores y construir una corriente clasista en el movimiento obrero, organizándonos contra las patronales, los gobiernos y la burocracia sindical.

El kirchnerismo habla del proyecto “nacional y popular”, pero les da jugosos subsidios a los empresarios del transporte y no le preocupa que la gente viaje como ganado. Al mismo tiempo cogobierna con Macri, votándole casi todas las leyes que pide. Y encima cuando nosotros luchamos nos ataca y nos procesa.

Y la centroizquierda tampoco es alternativa. ¿Qué podemos esperar de Solanas, que se junta con Juez y Binner? El candidato a presidente de Proyecto Sur es un gobernador sojero, garante de las superganancias de las multinacionales cerealeras y aceiteras y de la “entrega” de Paraná Metal a Cristóbal López, que la quebró y dejó a 2.000 obreros en la calle. A Solanas nunca lo vimos en el Subte ni en ninguna lucha obrera. Es muy fácil hablar de los trenes o los subtes sólo por televisión.

Los candidatos del FIT vamos a dar pelea contra Macri, contra el kirchnerismo y también contra Solanas.

-¿Parte de esta pelea es también contra las condiciones en las que está el subte?

— La histórica conquista de las 6 horas o la lucha por nuestro Sindicato no son sólo por nosotros. Si hay mejores condiciones laborales, mejor infraestructura y salarios equivalentes a la canasta familiar podemos brindar un servicio mejor. Compartimos las necesidades de los pasajeros, que también son trabajadores y hoy corren riesgo de accidente cuando suben a un vagón en hora pico y viajan casi asfixiados. Para nombrar un caso reciente, David Alfonso, compañero de los talleres de Constitución, murió electrocutado en febrero mientras hacía mantenimiento. Desde nuestra agrupación hace años que denunciamos estas cosas.

¿Y qué hace el gobierno? Sigue llenando de subsidios a los empresarios. El año pasado entre todas las empresas de transporte recibieron casi $8.000 millones. Sólo a las ferroviarias el Estado les dio $3.000 millones, de los cuales $720 fueron para Metrovías. Son $2 millones por día, a los que se suma $1.10 por boleto que pagan los pasajeros. Con casi 2 millones de pasajeros que viajan diariamente en subte, Metrovías termina embolsando casi $4 millones cada 24 horas. Una fortuna que no se traduce para nada en servicio.

-¿Qué proponen los candidatos del FIT?

— Primero, la reestatización del subte sin ninguna indemnización a los Roggio, poniendo los recursos del Estado para un servicio eficiente y seguro. En lugar de empresarios, al subte lo deben manejar sus trabajadores junto a comités de usuarios. Somos los que sabemos qué se necesita para funcionar, qué inversiones hacer y cómo transformarlo en un medio de transporte confiable.

Y segundo, un plan general de transporte público, financiado por el Estado y controlado por los trabajadores del transporte y los usuarios. Un plan que atienda las necesidades de los barrios alejados, sobre todo del sur porteño, hoy abandonado a su suerte.

Estas medidas deben pensarse en el marco de una reforma urbana integral, junto a planes de salud y educación públicas de calidad. Un programa que acabe con el modelo de la Buenos Aires elitista que comparten el macrismo y el kirchnerismo.

Para eso hay que atacar las ganancias de los grupos empresarios beneficiados con subsidios millonarios y poner esos recursos al servicio de las millones de personas que viven, trabajan y estudian en la Ciudad. Obviamente eso sólo lo vamos a lograr organizándonos y movilizándonos. Por eso nuestras candidaturas están al servicio de una campaña militante en los barrios y lugares de trabajo y estudio, impulsando comités de apoyo al FIT y difundiendo estas ideas y propuestas.


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