El frente de Altamira, en una elección sin precedentes

Más que milagroso, a esta altura lo definen como histórico. Después del buen desempeño en las elecciones primarias de agosto, el papel electoral del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) ya no aplica dentro de los sucesos raros o extraordinarios que definen un milagro. La alianza conformada por el Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y la Izquierda Socialista redondeó ayer una elección sin precedentes: al cierre de esta edición, el candidato a presidente Jorge Altamira contaba con el 2,27 % de los votos y a su paso sepultaba políticamente a Elisa Carrió (la segunda más votada detrás de Cristina Fernández en un ya muy lejano 2007), quien quedaba detrás, con el 1,88 %.

Además, el FIT daba pelea anoche por un lugar en el Congreso para sus candidatos a diputados Néstor Pitrola, por la Provincia de Buenos Aires, y ya con un poco menos de chances, Gabriel Solano, en la Ciudad Autónoma.

“Hicimos una elección histórica . Quiero reivindicar para el Frente de Izquierda la recuperación de las mejores experiencias socialistas. El principal corte de boleta hacia nosotros fue kirchnerista y eso nos colocó como la alternativa política de este gobierno. La izquierda sube, la derecha cae”, proclamó Altamira anoche, abrazado a su candidato a vice Christian Castillo y con los militantes coreando su nombre del otro lado del balcón.