El diputado por el PTS y el Frente de Izquierda,y sociólogo, Christian Castillo, presentó el nuevo capítulo de la miniserie “Marx ha vuelto”. La nueva tirada de esta serie de cortometrajes, que fue un verdadero suceso en las redes sociales, narra el relato de un encuentro ficcional entre León Trotsky y Carlos Marx, interpretado por Carlos Weber, quien interpreta la exitosa obra Marx en el Soho.
En su alocución, Castillo explicó sobre la vigencia del socialismo que, al igual que decía Marx, el no es una utopía muerta o idealista, sino un “movimiento real” que se desarrolla ante los ojos de todos. Desarrolló la actualidad de las premisas actuales para la construcción de un nuevo régimen social, en el que se desarrollan burbujas inmobiliarias mientras millones de familias no tienen hogar; donde hay millones de desocupados y al mismo tiempo la sobreocupación es una epidemia mundial que arrasó con las 8 horas.
Castillo explicó que hoy ya existen condiciones para reducir drásticamente la cantidad de horas de trabajo de cada uno, pero que esa conquista histórica choca de frente con una clase capitalista que defiende estos privilegios de clase, intrínsecos a su existencia. Que, por ello mismo, la revolución no es solo un deseo o una idea, sino una necesidad de liberar al mundo de estas ataduras. Fue enfático al afirmar que “los socialistas, cada oportunidad de hacer la revolución en cualquier país, como en 1917 fue Rusia, lo impulsaremos y lo haremos”.
Dialogando con la charla ficticia que tienen Marx y Trotsky, Castillo sostiene que “la definición de Trotsky de que no es posible mantenerse en el poder en un solo país, tiene plena actualidad. El pueblo trabajador en un país puede tomar el poder, aún en una nación atrasada, pero solo puede sostenerse a costa de extender la revolución hacia otros países. Esta premisa, que fue fundamental para entender la burocratización estalinista de Rusia, es hoy un fundamento para una práctica internacionalista”.
El diputado y sociólogo defendió un marxismo “abierto, no dogmático. Todo lo contrario a un supuesto marxismo con un esquema religioso, como el del estalinismo”.
Para finalizar, Castillo aprovechó su paso en Rosario para diferenciarse de “todas aquellas versiones de ideologías que hablan en nombre del socialismo o de los trabajadores, pero defendiendo al Estado y a los intereses de los capitalistas. Eso es lo que estamos viendo con los “socialismos” europeos, o el propio Partido Socialista de Binner y de Bonfatti, que son herramientas para la obtención de superganancias capitalistas y superxplotación de los trabajadores. Lo contrario de lo que defendía Marx”.