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Comunicados de prensa

Acto obrero y socialista

Christian Castillo en la Federación de Box

Prensa PTS

9 de julio 2004


Discurso de Christian Castillo

Hace 16 meses las tropas norteamericanas entraban en Bagdad y Bush proclamaba el "cese de las operaciones militares en Irak". Desde entonces 1000 soldados de la "coalición" y varios miles de miembros de la "nueva policía" colaboracionista han muerto producto de las acciones de la resistencia iraquí. En abril, las tropas ocupantes debieron ceder ante los levantamientos en Falujah y Najaf. La mayoría de la población repudia a los ejércitos invasores que están encerrados en sus cuarteles. Poco parece quedar hoy en pie del sueño de los neoconservadores yankis de "rediseñar el mapa de Medio Oriente" como primer paso para imponer un "nuevo siglo americano".
La entrega de soberanía al nuevo gobierno iraquí, votada conjuntamente por todas las potencias imperialistas en las Naciones Unidas, ha sido un verdadero fraude. No sólo porque quien lo encabeza es un viejo colaborador de la CIA y de los servicios de inteligencia británicos, designado a dedo por los ocupantes, que ha debutado imponiendo el estado de sitio generalizado y la ley marcial. Si no porque cerca de 150.000 soldados imperialistas continúan en Irak sin siquiera el derecho del gobierno supuestamente soberano a decidir su retiro y porque el petróleo iraquí está en manos de las multinaciones norteamericanas.
Desde esta tribuna queremos sumar nuestro grito al de los iraquíes que en las calles de Falujah, Najaf o Bagdad resisten a la ocupación imperialista. Sabemos que si el gobierno de Bush recibe golpes decisivos en Irak se debilitan los explotadores y los opresores en todo el mundo, empezando por Sharon, el carcelero y masacrador del heroico pueblo palestino. Por eso decimos: ¡Abajo el gobierno títere! ¡Fuera las tropas imperialistas de Irak y Medio Oriente!
Y aquí no podemos menos que denunciar con toda nuestra fuerza la complicidad de los gobiernos argentino y brasileño con las necesidades imperialistas. Enviando tropas a Haití, Lula y Kirchner, los "nacionales y populares", no sólo han avalado un golpe pro-imperialista que es un verdadero ensayo de lo que los yankis quisieran hacer en Venezuela, Cuba y, eventualmente, en Bolivia, sino que con su presencia en el país caribeño son un auxilio militar directo del esfuerzo de guerra americano contra el pueblo de Irak.
Tropas a Haití para apoyar a los yankis: ¡Esta es la defensa del interés nacional y la dignidad latinoamericana de los aliados de D’Elía y Patria Libre!

Porque no se trata sólo de estar contra Bush, el rostro malvado del imperialismo mundial. Los imperialistas europeos no son mejores.
Francia o Alemania no se opusieron a la guerra de Irak porque defiendan "valores más humanitarios" que los Estados Unidos, sino porque el "unilateralismo" de Bush no les permitía compartir nada del botín iraquí, empezando por el petróleo, como muestra su activa participación en la ocupación de Afganistán, de la que también España con el gobierno de Zapatero.
En Estados Unidos, John Kerry, el candidato demócrata que enfrentará a Bush en las elecciones presidenciales de noviembre, es un multimillonario con una fortuna de 800 millones de dólares que defiende un interés tan imperialista y antiobrero como el del actual presidente yanky. Y ha anunciado entre sus prioridades reunir a los gobiernos latinoamericanos tras un plan para reinstalar a los gusanos en Cuba.
Queremos denunciar a todos aquéllos que nos quieren hacer creer que hay imperialistas buenos y malos, que buscan llevar las luchas de los trabajadores y los pueblos detrás de la política del "mal menor", como viene ocurriendo con el movimiento antiguerra, sobre cuya base se ha montado el resurgir de la socialdemocracia en España y Francia. Contra toda ilusión en estos gobiernos, nuestro grito de guerra es: ¡Abajo el imperialismo mundial!

Compañeras y compañeros: en los últimos años los mismos intelectuales del "progresismo mundial" que hoy nos quieren convencer de la política del "mal menor", son quienes han venido insistiendo en la "desaparición de la clase obrera". Contra toda evidencia, verdaderas legiones de académicos de todo tipo transformaron esta idea en doctrina oficial y en "sentido común". Incluso teóricos que se proclaman "comunistas", cuyos libros se venden por miles en todo el mundo, como Toni Negri el autor de Imperio, han difundido tesis de este tipo. Y aún compañeros que como nosotros se reivindican del marxismo revolucionario y del trotskismo, han cedido a la presión para encontrar algún nuevo sujeto que reemplace el papel revolucionario de la clase obrera.
Desde el PTS, hemos dado una dura batalla teórica y política contra estas posiciones. Hemos sostenido, muchas veces en soledad, que pese a las duras derrotas sufridas por la contrarrevolución neoliberal, la clase obrera no sólo continuaba existiendo como "clase en sí" sino que, con el desarrollo del movimiento anticapitalista a partir de Seattle, mejoraban las condiciones para su vuelta a escena.
La situación empieza hoy a darnos la razón. La clase obrera empieza a moverse, desde el protagonismo en levantamientos como el de Bolivia el año pasado a las huelgas salvajes, es decir, contra la burocracia sindical, como los trabajadores del correo en Gran Bretaña o los transportistas italianos, que en enero paralizaron durante 5 días las grandes ciudades y acaban este martes de protagonizar una nueva huelga con acatamiento total. O las importantes huelgas en China y Rusia contra las consecuencias del proceso de restauración capitalista.

Pero la clase obrera no sólo está protagonizando grandes acciones de masas sino que se están destacando sectores de vanguardia, cuyas acciones recuperan tradiciones de lucha y organización y abren un nuevo camino a la clase obrera.

Como son los mineros bolivianos, que en el heroico levantamiento de octubre del 2003 retomaron la tradición de subirse a los camiones y marchar cargados de dinamita hacia La Paz. En esos días los mineros se enfrentaron al ejército y tuvieron dos muertos. Varios miles construyeron incluso caminos alternativos para rodear al ejército y llegar a la capital. Su presencia en la Plaza Murillo fue decisiva para la caída del odiado Sánchez de Losada. Hoy los mineros están en la base de la recuperación del protagonismo que tiene la COB, la Central Obrera Boliviana, en la vida política nacional, que está rechazando el referéndum "trucho" del presidente Mesa, con el cuál pretende legitimar que las riquezas energéticas del país hermano continúen en manos de las multinacionales.
Y quiero que presten especial atención a esta muy importante resolución que voy a leerles, que a instancias de nuestros compañeros de la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional fue tomada por el Ampliado de la COB realizada en La Paz el 30 de junio:

Considerando:
– La necesidad de organizar y fortalecer en primer lugar la lucha contra la trampa del referéndum de Carlos Mesa, que no duda en mantener el robo de nuestras riquezas como es el caso del pozo San Alberto
- Que las tareas de la COB se han multiplicado debido a la grave situación del país y de los trabajadores.
- Y considerando que amplios sectores de la juventud y de los trabajadores plantean sumarse a la lucha emprendida por la Central Obrera Boliviana (COB).
El ampliado del 30 de junio reunido la ciudad de La Paz
Resuelve:
- Aprobar la organización y la puesta en marcha de la organización auxiliar y de apoyo de la juventud, bajo el nombre de "Juventud de la COB" o "juventud cobista", para llevar adelante las labores en defensa de la independencia de clases del ente matriz, como mandan los estatutos, y las tareas que se desprenden de la actual coyuntura nacional como es la lucha contra el referéndum y por la nacionalización de los hidrocarburos.
- Instruir a los sindicatos y federaciones dar el máximo impulso a esta tarea de organización en el interior de fabricas, minas y comunidades para alcanzar los objetivos propuestos

¡Viva la lucha por poner en pie una poderosa juventud de la COB en Bolivia!

Pero no es sólo en países de la periferia capitalista, como Bolivia o nuestro país, donde la clase obrera está dando destacamentos de vanguardia.

Los trabajadores de la electricidad de Francia, realizaron en los últimos meses valientes acciones que son un gran ejemplo enfrentando la política de privatizaciones del gobierno derechista. Organizaron en distintas ciudades del país cortes de luz selectivos a edificios emblemáticos de la burguesía y del gobierno, como alcaldías y prefecturas, la bolsa de electricidad de París, aeropuertos, la Torre Eifel, los barrios de los ricos y las casas de los miembros del gobierno y parlamentarios de la derecha. Y a la vez que hacían esto, reconectaban la luz a las familias pobres a los que la empresa se la había cortado por falta de pago.
Bautizaron a sus acciones como "operaciones Robin Hood", en las que brigadas de trabajadores se subían a las torres y postes de alta tensión encapuchados para burlar el control de los agentes de seguridad. Se ganaron el odio de toda la patronal francesa que buscó demonizarlos, pero tuvieron la simpatía de gran parte de la población.
Es cierto, la ley que repudiaban, aunque fue modificada, no pudo ser frenada por responsabilidad de la burocracia sindical, pero con sus acciones los trabajadores de EDF y GDF (Electridad de Francia y Gas de Francia) han sentado un nuevo jalón para los trabajadores del mundo entero, mostrando la fuerza de la clase obrera para afectar los resortes fundamentales de la economía capitalista.

Es cierto que todavía estamos lejos de los "asaltos al cielo" que los trabajadores protagonizaron en el siglo pasado, cuando encabezaron revoluciones y construyeron una internacional revolucionaria con peso de masas, como la que al calor de la revolución rusa encabezaron Lenín y Trotsky. Pero estos y otros ejemplos están indicando una nueva disposición a la acción. Están mostrando que, a pesar de tantos que han dicho "Adiós al proletariado", parece ser que, como decía el viejo Engels en esa frase que Andrés Rivera tomó como título de una de sus mejores novelas, que "el verdugo sigue estando en el umbral".
Compañeras y compañeros: estas acciones de la clase obrera son de gran importancia porque están permitiendo el resurgir de una activismo obrero que surge desafiando a las patronales, las burocracias y los gobiernos capitalistas. Aquí compañeros, junto con lo mejor de la intelectualidad revolucionaria y el estudiantado combativo, está la base para poner en pie una corriente revolucionaria a nivel internacional.
Una corriente que es lo opuesto de aquéllos reinvindicándose socialistas, y aún trotskistas, terminan en los Ministerios de los gobiernos capitalistas, como es el caso de Miguel Rosetto en Brasil, ocupado en frenar la lucha de los Sin Tierra desde el gabinete de Lula.

Como decía Trotsky en los momentos de la fundación de la IV Internacional: "no somos un partido igual a los demás. No ambicionamos solamente tener más afiliados, más periódicos, más dinero, más diputados. Todo eso hace falta, pero no es más que un medio. Nuestro objetivo es la total liberación, material y espiritual, de los trabajadores y de los explotados por medio de la revolución socialista. Si no la hacemos nosotros, nadie la preparará ni la dirigirá".

¡Viva la clase obrera mundial!

¡Viva la IV Internacional!

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