Un gran orgullo cerrar este acto con tantos luchadores, en esta zona que es verdaderamente el corazón del proletariado industrial en nuestro país. Y también uno de los centros donde basa todo su poder el partido que hoy gobierna al servicio de los intereses de los capitalistas, apoyado en el control territorial, con sus intendentes y punteros y también en el aparato de la burocracia sindical.

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Es necesario confrontar con las ideas con las que el kirchnerismo busca someter políticamente a la clase obrera. Quieren hacer creer que si están ellos ocupando los cargos políticos desde el Estado se va a redistribuir a favor de los trabajadores. Que ellos son un árbitro entre el capital y el trabajo. Que hay que llegar, a lo sumo, a que de toda la riqueza que se produce sea 50% para el capital y 50% para el trabajo. Pero, ¿por qué si ellos son un pequeño puñado de empresarios tienen que vivir privilegiadamente en los countries, vacacionar todo el tiempo que quieren, mientras que en las fábricas los que producen la riqueza social tienen que laburar 12 horas para después llegar a su casa y por ahí ni siquiera tener una vivienda digna?

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Hay que decirle a todo compañero trabajador que no nos comamos el verso de los políticos kirchneristas, que son de la misma calaña que esos políticos que vemos en el parlamento de Grecia o España votar planes de ataque a los trabajadores para salvar a los bancos y a los empresarios.

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Lo que han ganado los empresarios en estos años ha sido enorme. Los bancos ganaron un nivel cinco veces superior a lo que ganaban con el menemismo. ¿Qué trabajador de los que están acá quintuplicó su nivel de vida en estos años? Ninguno, compañeros.

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Ya hay una experiencia de cuál es el resultado cuando a ellos les va bien en las elecciones. Cuando Cristina ganó en 2007, ¿qué fue lo primero que hicieron? Atacaron a los compañeros más combativos, a los del Casino. 500 despidos. ¿Apoyando a quién? A Cristóbal López, el empresario del juego amigo del gobierno. Atacaron en Mafissa a los compañeros combativos. 80 despidos. ¿Para defender a quién? Al empresario Curi, cómplice de la dictadura con muchos desaparecidos en la fábrica.
Cada voto que reciba el kirchnerismo será un voto para fortalecer a un gobierno al que no le va a temblar la mano para atacar a la clase obrera. Cada compañero de Kraft que vote al kirchnerismo tiene que saber que está votando a los que le van a mandar a la policía cuando salga a luchar en defensa de sus delegados. Cada compañero de PepsiCo tiene que saber lo mismo. Cada compañero de la carne tiene que saber lo mismo.
Cada voto que se le dé a Cristina, cada voto a Scioli, es un voto a los verdugos de la clase obrera.

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Este sistema social está hecho para que la clase obrera no haga política, para que la política quede en manos de representantes de los capitalistas. Y claro, cuando uno trabaja 12 horas es difícil hacer política. Los capitalistas rentan a una casta profesional para conspirar contra los intereses del pueblo. Esos son los políticos de los capitalistas. No tenemos nada que ver con ellos. Aunque intervengamos en las elecciones, somos otra cosa. Somos políticos revolucionarios de la clase trabajadora. Los que provenimos de la intelectualidad, los compañeros trabajadores que formamos una organización común del movimiento obrero. No queremos gestionar este Estado, no queremos administrar este Estado, queremos terminar con este Estado de los capitalistas y poner en pie un Estado de la clase obrera.

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Ustedes, por experiencia, saben que la patronal no regala nada, que cada minuto de descanso, cada punto de aumento salarial, cada conquista se le arranca con lucha. ¿Cómo el poder político no va a ser necesario arrancárselo con lucha? Así ha sido a lo largo de la historia.

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A toda batalla le ponemos toda la energía, todo el entusiasmo. No le escapamos con el cuerpo a ninguna lucha. Y en estas semanas tenemos una lucha muy importante en el terreno electoral, por evitar que nos proscriban y que callen la voz de la izquierda.

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Cada uno de ustedes es un potencial organizador de decenas de trabajadores, es un engranaje para poner en movimiento al conjunto de la clase. Y si la clase obrera se pone en movimiento nada puede frenarla. Por eso ellos tienen burocracias sindicales y políticas, para contener al movimiento obrero. Y nosotros estamos dando pasos en poner en pie una organización que sea ese engranaje, para que se desate esa fuerza de la clase obrera. Esta pelea electoral es una parte, es una táctica. ¿Qué es una táctica? En el lenguaje militar se llama táctica a una operación aislada. Por ejemplo, cuando uno da una batalla dentro de una lucha más larga. ¿Y qué es la estrategia? Hacer que todos esos combates estén ligados a un objetivo común. Por eso la elección no es un fin en sí mismo para nosotros, obtener una, dos, tres bancas. Es un medio para un fin superior, que es la conquista del poder político por parte de la clase obrera.

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Si hay compañeros en la fábrica, un 10, 15 o 20% que dice “no, yo no voto a Cristina, defiende a los patrones, voy con los compañeros luchadores”, estamos dando un paso en la evolución de su conciencia. Ese compañero, cuando pase este momento episódico de conformismo social que tiene la mayoría de la clase obrera, nos va a haber escuchado. Estamos sembrando ideas, también, en la campaña.

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Tenemos el orgullo de que la izquierda que hoy forma parte del Frente estuvo en todos los grandes combates librados en el período kirchnerista. Y lejos de ser testimoniales conseguimos con esas luchas algunas victorias históricas. Si fuera por Daer no quedaba ningún delegado. Gracias a la lucha de Kraft salvamos a los activistas y la Comisión Interna. Si fuera por Pedraza seguía la tercerización. Gracias a los compañeros de la Bordó y los luchadores ferroviarios quebramos la tercerización. Si fuera por la UTA en el subte se seguiría trabajando 8 horas. Hoy se trabaja 6 horas por la lucha de los compañeros.

Los testimoniales son ellos, no nosotros. Nosotros somos parte de esa tendencia de la clase obrera, cada vez que se expresa de múltiples formas para terminar con esta sociedad de explotación. Queremos darle un canal, ser una palanca para que la clase obrera se pueda hacer verdaderamente del poder.

A dar juntos la pelea hasta el 14 de agosto, que los vamos a derrotar y vamos estar en octubre. A preparar esa gran corriente militante que requiere la clase obrera.

¡Viva la clase obrera!

¡Viva el Frente de Izquierda compañeros!