El conflicto en los yacimientos de Cerro Dragón se ha convertido en uno de los centros de atención nacional. Cientos de obreros de la construcción organizados como “Los Dragones”, disidentes de la UOCRA, mantienen piquetes en la ruta, en las cercanías de los yacimientos. La burocracia de Petroleros Privados hace medidas para carnerear la huelga. El gobierno provincial dispone un operativo con cientos de policías que rodean el piquete. El gobierno nacional sigue embistiendo contra los huelguistas, desde aquel envío de Gendarmería a los constantes ataques públicos (en las últimas horas sacó una declaración de repudio en el Senado). La multinacional Pan American Energy aviva el fuego rompiendo su contrato con las empresas que emplean a los trabajadores en conflicto.

Pero en medio de las internas políticas, empresariales y de la burocracia sindical, el reclamo que se levanta en los piquetes refleja la permanencia de las conquistas neoliberales en el principal yacimiento del país: trabajadores precarizados que cobran menos de la mitad que sus compañeros bajo convenio petrolero; multinacionales que saquean los recursos del país y atacan cualquier reclamo obrero.

Los “dragones”, que realizan distintas tareas esenciales para el funcionamiento de los yacimientos, denuncian que trabajan hasta 14 a 16 horas por día, que incluye de 3 o 4 horas de viaje por día a Cerro Dragón. Por eso reclaman la equiparación salarial e iguales derechos que el resto de los trabajadores.

El justo reclamo de los “Dragones” tiene antecedentes, no sólo en los yacimientos de petróleo. Es similar al que han encabezado en estos años trabajadores telefónicos, del subte, y que quedó expuesto brutalmente en la lucha contra la precarización y las tercerizaciones en el FFCC Roca. Refleja las condiciones estructurales que vive gran parte de la clase obrera. Esas son las causas de fondo del conflicto en Cerro Dragón. Por eso, aún en medio de las internas, los gobiernos y las empresas, todos juntos buscan derrotar la huelga.

Un compañero de la Juventud del PTS Chubut se acercó este fin de semana a los piquetes, para difundir el conflicto y acercar nuestra solidaridad con el legítimo reclamo de los trabajadores.

Rechazamos cualquier tipo de represión, a lo que se agregan los posibles despidos anunciados por empresa y contratistas. Que se cumplan las demandas de los trabajadores: equiparación salarial, igualdad de derechos, defensa de los puestos de trabajo, reconocimiento de la organización sindical.

Para terminar con el saqueo y los negociados entre las empresas y los distintos gobiernos, la única salida será la nacionalización del yacimiento, bajo control de los trabajadores.