Los obreros y obreras de Zanon recorrieron el país. Sembraron, en cada lucha, y en cada asamblea donde estuvieron, una hermandad con muchos trabajadores que pasaban por iguales circunstancias. Hablaron y escucharon. Se pusieron espalda con espalda para enfrentar a los mismos de siempre. Por eso, cuando la noticia llegó a esos lugares de trabajo donde ellos habían estado, acompañando en los triunfos y derrotas que los trabajadores tenemos, muchos compañeros y compañeras se llenaron de alegría. Y de orgullo. Porque se sienten parte de esta enorme conquista de la clase obrera. Por eso dicen...