Desde las 9 hs., estudiantes y trabajadores fuimos nutriendo la convocatoria. Faltando a los colegios o facultades, pidiendo “médico” en el laburo. Con una clara consigna motora: perpetua a Pedraza y a todos los responsables.

La oposición ferroviaria se mezcló con cientos de estudiantes secundarios del Pelle, Normal 1, el Nacional Buenos Aires y la Técnica 32, entre otros. La bandera de la agrupación Manuel Gutiérrez rezaba: “Mariano, PRESENTE”. Es que Mariano marcó a toda una generación que vio por primera vez a un estudiante caer luchando.

A las declaraciones escalofriantes de Pedraza y Favale, les respondíamos desde afuera: “¡Asesinos!”.

10 horas de agite. Nos preparamos para la sentencia. Al silencio y la tensión le siguieron los silbidos e insultos frente a la provocación del juez Días, quien sin ninguna explicación justificó a Tomada. Un forro del Gobierno.

Tras el fallo no hubo más silencio. Sin perpetua para nadie. Con absoluciones escandalosas a los funcionarios del gobierno por parte de una podrida corporación judicial.

Se mezclaban gritos y llantos. La columna del PTS y su Juventud estallaba de odio: “¡Ahora, resulta indispensable: perpetua a Pedraza el Gobierno es responsable!”.

El cinismo de la Cámpora

Los “jóvenes K” se instalaron en un “corralito” con pantalla propia, separado por un vallado del resto. Todo un símbolo. Su intento de apropiarse la figura de Mariano, nunca podrá lavarles la cara de vergüenza. A 2 años y medio del asesinato, y uno sigue entrando a su web y encuentra una convocatoria del 2009 a un curso de formación nada más ni nada menos que con… ¡José Pedraza!

“Nuestro mejor homenaje, seguir tu lucha”.

No hay una sola “juventud militante”

De su lado, los que se formaban con Pedraza, los amigos del buchón Gerardo Martínez. Los que aceptan con naturalidad esta fiesta de los patrones que condena a la completa precarización a la juventud trabajadora que le quita los sueños.

Del nuestro, los que hacemos carne el ejemplo de Mariano en cada acto de militancia, apoyando cada lucha, cada huelga, cada piquete de trabajadores contra la “santa alianza” entre patronales, burocracias y Estado. Los que volvimos a jurar, apretando los dientes, no parar hasta conseguir la perpetua para todos sus asesinos.