La Cámara de la Construcción concentra a las grandes empresas constructoras, la Patria Contratista. En los últimos años multiplicaron sus ganancias a raíz del llamado boom inmobiliario y los negocios con el Estado. El crecimiento del sector durante el kirchnerismo fue del 110 %.

Está dirigida por empresarios como Carlos Wagner, Aldo Roggio y Gregorio Schodos. Wagner, titular de Esuco S.A, hizo sus primeros negocios en Santa Cruz, donde se hizo amigo personal de los Kirchner y De Vido. Su empresa absorbió más del 20 % del presupuesto de Vialidad Nacional (según Diario Crítica). Roggio hizo buenos negocios durante la dictadura y el menemismo, y los mantiene con este gobierno.

Las empresas integrantes de la CAC están acusadas de cartelización, sobreprecios y maniobras con licitaciones de la actual gestión.

A los obreros del sector, en cambio, no les va tan bien. Un albañil muere por día en la Argentina y más de la mitad trabaja en negro. En 2008 hubo 50 mil despidos, y ya se cuentan 30 mil en 2009.

Fundada en 1936, el mismo año de la histórica huelga de los albañiles, la Cámara de la Construcción fue una de las organizadoras del lock-out del 16 febrero de 1976, a favor del Golpe.