La burocracia de la UOM de Campana ha sancionado al delegado Guillermo Betancourt y 6 trabajadores y pide su expulsión del gremio a un Congreso de delegados a realizarse el miércoles 12. En una marcha que semanas atrás terminó en la sede sindical centenares de trabajadores le recriminaron a los gritos a los dirigentes que estaban frenando la lucha. Y los “democráticos” dirigentes iniciaron una caza de brujas sobre los sectores combativos de Siderca. Es un escándalo. Agravado porque Betancourt tiene dos pedidos de desafuero de la patronal de Techint para despedirlo. ¡Y el sindicato en vez de defenderlo lo quiere sancionar! Insólito. Pero los compañeros enfrentan activamente este ataque. Han realizado una extraordinaria campaña de denuncia de esta persecución, que es evidente una sanción por pensar distinto.

Han conseguido firmas solidarias de 250 personalidades entre diputados y legisladores, dirigentes gremiales, de DDHH, centros de estudiantes que saldrá como solicitada. Han volanteado masivamente en la puerta de la fábrica. En la base obrera es notorio el clima general de rechazo a estas sanciones, que se suma a la gran bronca que hay en torno al acta de suspensión y al magro acuerdo salarial firmado en el marco de que la UOM de Campana no tomó ninguna medida los días de paro del 23 y 30 de julio. Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, es una de las personalidades que –junto a diputados nacionales y provincionales– firmó el petitorio que rechaza “cualquier intento de cercenar la libertad sindical sancionando a delegados y trabajadores de base, por parte de la directiva de la seccional”, y está en curso una carta desde los organismos de DD.HH., dirigida al secretario general de la UOM Campana.

Están juntando firmas de sus compañeros y preparan una gran jornada para conseguir miles y quieren que sus compañeros concurran al Congreso “inquisidor”. Está en marcha una gran lucha en defensa de los principios democráticos que la burocracia de la UOM pisotea a cada momento.