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CADBURY: nuestra salud vale más que sus ganancias

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8 de julio 2009

Los/as trabajadores/as de Cadbury Stani, el domingo 5 al ingreso del turno noche nos enteramos de que existía la posibilidad de que una trabajadora esté infectada con el virus de la Gripe A. Automáticamente la fábrica se conmocionó y a las pocas horas se encontraba paralizada: nadie trabajaba y todos se congregaban en el playón de cargas para realizar una asamblea. Nadie llamó a la asamblea o, mejor dicho, esta vez fue convocada por todos.
La empresa se hizo presente para dar explicaciones. Más que explicaciones fueron excusas y deslindaban responsabilidades, llegando a negar, sin tener certeza, la enfermedad de la compañera. En un intento de descomprimir la situación se nos plantea que vayamos a nuestras casas, que el día estaba pago. Pero los trabajadores queríamos garantías de parte de la empresa. Días de asueto, seguridad de que no iba a haber descuentos, condiciones de higiene.

La respuesta de la empresa no convenció a nadie y casi la totalidad de los compañeros del turno en vez de irse a su casa se quedaron a esperar a los compañeros del turno mañana y a esta altura a muchos de la tarde que ya estaban enterados para realizar asamblea a las 6 hs.

La asamblea general del lunes 6 fue masiva. Hablaron muchos -y sobre todo muchas- de los que casi nunca hablan. Y planteaban la falta de garantías de sanidad para trabajar. Luego de un intenso debate se decidió reclamarle a la empresa asueto generalizado por quince días para todo el personal, como también la desinfección de la planta. Luego se cortó la Avenida Uruguay, saliendo en algunos medios de comunicación. A esta altura la empresa se había comprometido a pagar este día y avisa que hasta el otro día a las 6 hs. no se trabaja. Se compromete a no descontar el día no trabajado pero aprieta para que se trabaje el próximo. Se decide rechazar este apriete y se convoca el martes 7 a una asamblea general a las 5 hs.

En la asamblea del martes 7 se notaba la bronca de los compañeros y las compañeras con la empresa porque sus respuestas no satisfacían a nadie. Muchos compañeros denunciaron que a los trabajadores de empresas no se les permite el asueto que ya rige en el Estado porque los empresarios no quieren perder sus ganancias. Se cierran escuelas, teatros, dependencias públicas, pero la ganancia de las patronales no puede detenerse ni un minuto.

A las 9 hs. llega la noticia que el ministerio citaba a una audiencia para las 13hs., donde aparte de hacerse presente la empresa, participaba el sindicato y la comisión interna. Hasta ese entonces el Sindicato brillaba por su ausencia. Se resuelve en asamblea participar no sólo con los delegados, sino también acompañados por un grupo importante de trabajadores. El resto se quedaba en los portones de la fábrica a la espera del resultado de la audiencia.

Por más de tres horas los/as trabajadores/as de Cadbury se hicieron escuchar, cortando la mitad de la calle Callao. Mientras, el sindicato y la empresa firman un acta que plantea que el miércoles se trabaja, previa inspección del Ministerio, que la empresa paga los días no trabajados y no se pierde el premio. Los compañeros de la Comisión Interna no firman ese acta para consultar a la asamblea. Mientras la audiencia se desarrollaba el “dirigente” del Sindicato Rodolfo Daer, estaba en el piso de abajo en otra negociación, indiferente a lo que nos pasaba a los 800 compañeros de Stani.

De vuelta en la fábrica había en el portón esperando unos 500 trabajadores.
Antes de comenzar la asamblea se hace presente el Ministerio de Trabajo para inspeccionar las instalaciones. Se decide que los delegados y un grupo de compañeras acompañe al Ministerio a recorrer la fábrica. Mientras los que estaban afuera a la espera, comenzaban con la batucada para hacer sentir el reclamo. A las 20 hs. salen algunos delegados para comentar que la inspección tiene para rato, por lo que se resuelve levantar la batucada y realizar una nueva asamblea para el miércoles 8, para decidir los pasos a seguir.

Un cartel de un compañero mostró la opinión de todos. “Cadbury: nuestra salud vale más que sus ganancias”. La fábrica estuvo unida en estos días como hace tiempo que no lo estaba; las mujeres fueron las grandes protagonistas, los mas jóvenes estuvieron esta vez peleando en común con los compañeros de más antigüedad.

Trataremos de imponer las mejores condiciones de trabajo a esta patronal que privilegia su dinero por encima de la salud de cientos de compañeros. Como sea, los trabajadores de Stani sabemos que algo muy importante cambió en estos días: una unidad y una fuerza que va a ser muy difícil quitarnos de aquí en más.

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