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Internacional

EN MEDIO DE LA DISPUTA DE APARATOS Y DE ESPALDA A LA LUCHA DE CLASES

Brasil: Estalló el CONCLAT

Entre el 5 y el 6 de junio se reunió en Brasil el Congreso de la Clase Trabajadora (CONCLAT) que buscaba la unificación de CONLUTAS (coordinación sindical, popular y estudiantil dirigida mayoritariamente por el PSTU) con la Intersindical (algunas corrientes del PSOL).

PTS

17 de junio 2010

Brasil: Estalló el CONCLAT

El proceso de fusión no expresaba una aproximación real de estas corrientes en la lucha de clases. Aún así, esa fusión era presentada como “un gran acontecimiento histórico” (...) todo lo que se discutió fueron cuestiones de aparato, llegando al límite de hacer estallar el CONCLAT en la discusión del nombre. Nada de apoyo a los sectores en lucha, como la huelga de las universidades estatales paulistas y judiciales de San Pablo, nada de plan de acción, nada de programa.

(...) Qué otra tarea más importante podría tener una “nueva central”, que estaba naciendo en este contexto, que ayudar al triunfo de las huelgas que desafían a los dos gobiernos que luchan por imponerse en las elecciones: el PSDB y el PT. Cómo pueden definirse como antigubernamentales y combativas, CONLUTAS y la Intersindical, si no hicieron que los plenarios discutieran y votaran medidas efectivas y concretas en apoyo a los huelguistas y, peor aún cuando los delegados del Sintusp (trabajadores de la Universidad de San Pablo) lograron imponer el apoyo efectivo al fondo de huelga, ninguna de las dos corrientes aportaron a la fecha un solo real (...)

Desde la delegación de LER-QI, que contaba con delegados electos en sectores como los trabajadores de la USP en lucha (como representantes de la minoría del Sintusp), delegados de subterráneos, petroleros, Sabesp, profesores, estudiantes, del movimiento Clase contra Clase y mujeres de la agrupación Pan y Rosas, entre otros, buscamos intervenir aprovechando los mínimos espacios para defender el contenido de nuestras tesis (pueden leerse en www.movclassecontraclasse.blogspot.com), comenzando por la necesidad de que esta fusión tuviese como motor la lucha de clases y fuese independiente del Estado (...)

Nuestra delegación propuso que CONLUTAS hiciese un balance serio y crítico de su intervención en la lucha de clases para que, frente a los ataques que los trabajadores van a tener que enfrentar en la segunda fase de la crisis capitalista que no va a tardar en llegar a Brasil, no tuviésemos una gran derrota (por batallas no dadas) como fueron los 4.270 despidos en Embraer, el principal ataque que sufrió la clase obrera brasilera en la crisis que fue justamente en el principal sindicato de CONLUTAS y del PSTU: el Sindicato de los Metalúrgicos de San José dos Campos.

Lo peor es que de este grave desvío no puede ser culpado el PSOL o las otras corrientes que construyen el CONCLAT, porque en el Congreso de CONLUTAS que lo antecedió, el contenido de la discusión y los métodos aplicados fueron exactamente los mismos, como un preludio de lo que estaba por venir. Nada de programa, nada de solidaridad activa en las luchas (...)

Junto a los trabajadores de la USP, que votaron en asamblea una vez más la exigencia a CONLUTAS y la “nueva central” el aporte al fondo de huelga, decimos ¡basta de palabras! Es inaceptable que en la principal lucha en curso del país, junto a los judiciales, CONLUTAS y la Intersindical estén ausentes contribuyendo a su aislamiento de la misma forma que lo hace la CUT y el resto de las centrales oficialistas. Exigimos que pongan ya todas sus fuerzas para que esta lucha triunfe, comenzando por cumplir las mínimas resoluciones que alcanzamos a aprobar en los plenarios de unificación. Es vergonzoso que se hayan gastado millones de reales en el centro de convenciones fastuoso y nada en la lucha de clases (...)

Las raíces de la explosión del CONCLAT

(...) El CONCLAT estalló en torno a la cuestión del nombre. Después de cuatro horas de debate despolitizado, la Intersindical se retiró tras haber perdido la votación y abucheado a Zé María, principal referente del PSTU, mostrando los límites del proceso de unificación (...)El PSTU afirma que la Intersindical no acepta la votación mayoritaria, cabiendo a ellos la responsabilidad de la crisis. Por su parte, la Intersindical (con excepción del MTL que se alineó con el PSTU) declara que éste fue el responsable, al querer imprimir su hegemonía en el nombre de la nueva central. Ambos sacaron conclusiones totalmente de aparato (...) En sus negociaciones la dirección mayoritaria de CONLUTAS buscó todo tipo de acuerdo con la Intersindical para lograr la fusión. Con esto, el PSTU buscaba imponer su relación de fuerzas favorable al interior del CONCLAT para que sea un contrapeso a la desigualdad de fuerzas en el plano electoral con el PSOL. Aun teniendo una incuestionable mayoría de los delegados, el PSTU en ningún momento trató de poner a votación el programa, la estrategia y los principios, sino sólo algunas cuestiones organizativas y formales, como el “nombre” de la nueva central o si los estudiantes deberían o no participar de la misma. Esta es la prueba de que tras un discurso de “defensa de la democracia obrera” se esconde una política de “consensos entre las corrientes”.

Al mismo tiempo, en relación a cuestiones fundamentales, como si la nueva central tendrá un programa clasista o adoptará el programa neo-desarrollista burgués del PSOL, lo que primó fueron los “consensos” entre las corrientes, como verificamos en la defensa de “cambio de la política económica” estampada en el principal cartel de convocatoria del CONCLAT.

Este mismo “consenso” se verificó en el posicionamiento que deben tener las organizaciones obreras frente a las leyes burguesas que atacan a nuestra clase, al no pronunciarse el CONCLAT frente al hecho de que los parlamentarios de las corrientes políticas del PSOL apoyaron la aprobación de una ley de flexibilización de los derechos laborales en las pequeñas y medianas empresas (que el PSOL busca como aliados para su programa “anti-neoliberal”) (...)

Por eso, lejos de haber estallado porque los militantes del PSOL no aceptaron la “democracia obrera”, como alega el PSTU, o porque el PSTU fue “insensible”, como alegan los que rompieron: el CONCLAT explotó por la fragilidad y la superficialidad de los acuerdos programáticos y estratégicos y por la completa separación de este proceso de fusión de los reales desafíos de la lucha de clases, sentando las bases para que la explosión se diera en función de la disputa mezquina de intereses de las corrientes que dirigían el proceso.

¿Unidad para qué?

Planteamos abiertamente que cualquier central que se reivindique clasista y combativa tiene la obligación de levantar una política para que la base de trabajadores que sigue en las grandes centrales burocráticas, gubernamentales y conciliadoras se levanten contra sus direcciones y encuentren un punto de referencia en los agrupamientos combativos. Pero eso no se hace sólo con discurso antigubernamental, sino con una nueva práctica sindical. Por eso, desde LER-QI participamos en todas las reuniones y discusiones previas al proceso de unificación, luchando por una política revolucionaria al interior de CONLUTAS (...)

Contra la unidad de aparatos, discutimos la necesidad de una nueva práctica política, capaz de superar concretamente los aspectos más negativos de la tradición del PT: el corporativismo y la solidaridad sólo en los discursos (...)

También señalamos la necesidad de unir las filas obreras, entre efectivos, contratados, tercerizados, precarizados y desempleados. Lamentablemente, una vez más los tercerizados y precarizados no tuvieron presencia, voz ni programa en este CONCLAT.

El debate programático no existió

Como una cuestión de independencia de clase elemental, defendemos que no es posible que en una central que se reivindica combativa y socialista estén organizados sindicatos policiales (...)

Además, propusimos medidas concretas de lucha contra la burocratización de los sindicatos y centrales, comenzando por la medida elemental de que los dirigentes sindicales vuelvan a trabajar después de un mandato (resolución que fue aprobada en el V Congreso del Sintusp), y criticamos que muchos dirigentes de las corrientes mayoritarias están rentados por los sindicatos hace décadas y sin control de la base sobre su actividad (...) En este mismo sentido, propusimos que la nueva central lance una campaña de elección de delegados por sector en todas las fábricas y empresas que dirigen, para que la clase obrera puede defenderse de los ataques patronales, y asambleas resolutivas para controlar a los dirigentes.

El CONCLAT, y el propio congreso de CONLUTAS anteriormente, se limitó definiciones generales y abstractas: socialismo, internacionalismo, unidad. Planteamos que, aunque no sea una obligación de una nueva organización pronunciarse por todos los puntos programáticos internacionales (...) Es importante llenar de contenido palabras como internacionalismo, definiendo de qué internacionalismo hablamos. ¿Se trata de reivindicar el gobierno de Chávez, como proponen las corrientes del PSOL, o de la unidad con los estudiantes de derecha venezolanos, como llegó a sustentar el PSTU? O si todos se pronuncian por el socialismo, es preciso abrir una discusión clave para los revolucionarios latinoamericanos: Cuba.
¿Qué programa tenemos que defender? Las corrientes de la Intersindical defienden a Cuba y el castrismo, mientras que el PSTU habla de Cuba como una dictadura capitalista, quedando en el bloque de Obama, reivindicando democracia para los opositores burgueses restauracionistas. Ninguna de las posiciones levanta una política revolucionaria, que defienda las conquistas de la revolución al mismo tiempo que levanta la lucha contra la burocracia castrista y el imperialismo. ¿De qué socialismo estamos hablando, cuando los parlamentarios del Bloque de Izquierda en Portugal (del cual es parte la LIT-PSTU) apoya el rescate griego que implica una serie de ataques contra los trabajadores?

Estos son debates que lamentablemente no se profundizaron en el CONCLAT, pero que tienen que ser abiertos, para que las palabras tan utilizadas en los Encuentros y Congresos, puedan ser más que meras palabras.

Perspectivas

Más allá de la ruptura del congreso, seguramente el PSOL y el PSTU retomarán sus discusiones. Pero lo que es cierto es que vivirán en permanente crisis, justamente por no ser esta aproximación un proceso basado en la convergencia genuina de lucha de clases, en un momento con pocas luchas avanzadas y escasos fenómenos de vanguardia que podrían ayudar a una unificación más real (...)

Hacemos un llamado a todos los militantes de las organizaciones que actuaron en el CONCLAT a reflexionar sobre esta crisis, más allá de las cuestiones relativas al nombre, sobre qué bases se necesitan para una unificación que sirva como instrumento en la lucha de clases, en el marco de la crisis capitalista internacional y el fin del gobierno de Lula, que preparan nuevos escenarios nacionales, en el cual los revolucionarios tendremos una gran responsabilidad.

Nos comprometemos a seguir participando activamente de esta construcción como un bloque revolucionario, aún con todas las limitaciones que señalamos en este balance. Estamos convencidos de que cuando cambien las condiciones de la lucha de clases, la vanguardia obrera y popular buscará una referencia para organizarse para la lucha y seguramente se vinculará a los reagrupamientos que influencia la izquierda. Comprometemos nuestra continuidad en esta lucha por una política revolucionaria en las organizaciones obreras.

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