¿Cómo están llevando adelante la lucha?

Los estudiantes de Chile venimos dando una dura pelea contra este Chile precario de la Concertación y la Derecha. Contra el mercado educativo que empuja a cientos de miles de hijos de trabajadores a la miseria y contra un régimen político en crisis, heredero de la dictadura pinochetista.
El 24 y 25 de agosto fueron las grandes jornadas de protesta nacional convocadas por la Central Única de Trabajadores (CUT), principal organismo de los trabajadores en Chile dirigida por la Concertación y el Partido Comunista. Día martes, llamado a cacerolazo nacional. Los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile nos concentramos en Plaza Ñuñoa ubicada a unas cuadras de nuestra facultad. La plaza se llenó de gente de colegios del sector, científico-humanistas y técnico industriales, de universidades como la Universidad Tecnológica Metropolitana o el Ex pedagógico, intelectuales de izquierda, artistas, vecinos y familias. Marchamos hacia el centro de la ciudad, fuimos reprimidos con carros lanza aguas al dar las 11 de la noche, hora en la que todos los días los carabineros obligan a deponer las movilizaciones en el sector.

¿Cómo se vienen organizando en la facultad de Filosofía?

Los estudiantes de la facultad ya teníamos preparado nuestro plan de movilización para estos días, y es que a diferencia del 4 de agosto, donde las barricadas en las calles y las horas de resistencia contra la represión policial iban dándose a lo largo de la jornada como respuesta al accionar de carabineros, esta vez las jornadas de protesta nacional, las barricadas, la marcha masiva, fue preparada con muchos días de anticipación, lo que intensificó y radicalizó la lucha.

Fue necesario mantener la facultad en estado de toma. Así, luego del cacerolazo, tomamos por segunda vez en estos tres meses de movilización el establecimiento, siendo alrededor de 100 estudiantes los que alojamos en la toma sobre la base de una asamblea que resolvió unánimemente, sin ninguna disidencia, las medidas para fortalecer la movilización nacional. Levantamos una comisión de autodefensa, armamos grupos de seguridad para hacer turnos en la entrada y desplazar del lugar a los guardias que ya en otras ocasiones habían “sapeado” (delatado) a los estudiantes en lucha ante las autoridades de la universidad. La noche del 23 convocamos a una asamblea para coordinar el corte que se venía en la madrugada del día 24 a la cual asistieron varios colegios y universidades del sector. Durante toda la noche estuvimos afinando los últimos detalles. La “salida” se llevaría a cabo a las 7de la mañana del día 24 en distintos puntos del cordón Ñuñoa y Macul con el objetivo de frenar la circulación de autos y locomoción colectiva. La acción fue exitosa, más de 200 estudiantes participamos levantando barricadas con fuego y micros cruzadas en la calle bajo el histórico cántico de “y va a caer, y va a caer, la educación de Pinochet”.

Sin descanso continuamos la movilización. El corte de calle se dio por finalizado alrededor de las 9 de la mañana para dar paso a la marcha territorial. Más de 1000 estudiantes y trabajadores se congregaron frente al colegio A-55 para llegar al campus universitario Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile donde se encuentra la Facultad de Filosofía y Humanidades. Culminó con un acto de más de 200 personas en el cual los compañeros de la Fracción Trotskista Cuarta Internacional (FT-CI) dieron sus saludos internacionalistas a la juventud en lucha, Diana Assun˜çao de la Brasil y Santiago Lupe del Estado Español.

¿Cómo fue la jornada de paro del 25 luego del asesinato de Manuel Gutiérrez?

El día 25 se llevó a cabo la gran marcha nacional con cuatro puntos de convocatoria. Alrededor de medio millón de personas se acercaban al centro de Santiago. El Partido Comunista se la jugó, junto al Partido Socialista, por no profundizar la lucha combativa que se venía dando no sólo en los alrededores de nuestra facultad, sino también en todo Santiago y a lo largo de todo Chile. Además de esto se callaron la boca, cediéndole a la derecha, sobre la composición de la marcha que no fue únicamente estudiantil. Más del 50% de la marcha fueron trabajadores. Horas después de la convocatoria de la marcha, copamos gran parte de la arteria principal de la ciudad de Santiago, la Alameda. Contra la represión de la policía nos enfrentamos a carabineros, contra la represión de los curas fueron apedreadas las iglesias, contra el lucro en la educación, bancos.
Fueron detenidos más de 1000 estudiantes en estas jornadas nacionales de protestas, cientos de estudiantes quedaron heridos y el movimiento cuenta ya con un muerto, asesinado por la policía chilena: Manuel Gutiérrez. Esta vez el Partido Comunista y el Partido Socialista se dedicaron a criminalizar la lucha llamando a “manifestaciones pacíficas” sin enfrentar la enorme represión que se nos vino encima por luchar por un derecho tan básico como es la educación gratuita.

¿Cuál es la política del PTR y Armas de la Crítica que plantean para que triunfe la lucha?

Desde las Armas de la Crítica y el Partido de Trabajadores Revolucionarios venimos haciéndonos parte activa de este proceso de protestas nacionales. Sin embargo la movilización nacional pasa por una encrucijada: los dirigentes de la CONFECH, militantes de las juventudes comunistas, vienen preparando la traición al movimiento tal como lo hicieron el 2006 con la movilización secundaria, subiéndose a mesas de negociación entre cuatro paredes y sin un piso mínimo que nos asegure una educación ajena a los avatares del mercado. Estamos peleando para que en cada lugar de estudio se voten delegados mandatados y revocables por sus asambleas de base para fortalecer el movimiento y continuar la lucha hasta la educación gratuita para todos, 100% financiada por el Estado, laica y de calidad. Por otra parte el Partido Comunista y la Concertación plantean reformas cosméticas frente a la crisis del gobierno y del régimen político, para nosotros no se trata de levantar políticas que salvaguarden la herencia pinochetista, sino de levantar una estrategia que pueda echar abajo el régimen con una asamblea constituyente, libre y soberana, basada en la movilización de los trabajadores y el pueblo pobre. Para esto tenemos que lograr desarrollar una alternativa de autoorganización estudiantil y de los trabajadores contra la burocracia de la CONFECH y la CUT, defensores de esta democracia para ricos. Esto es un paso necesario para conquistar un gobierno de los trabajadores.