Durante el mes de Julio de 1976, iniciándose la dictadura militar, en Libertador Gral. San Martín, Calilegua, El Talar y otras localidades, el Ingenio Ledesma llevó adelante junto al ejército cientos de capturas y detenciones: fueron trabajadores del Ingenio, luchadores, jóvenes estudiantes y militantes políticos detenidos, torturados y "desaparecidos". Los "Apagones" mostraron que el poder político, económico y militar se unen para garantizar la ganancia capitalista.
Hoy poco ha cambiado en esta "democracia" de los banqueros y empresarios: todos los gobiernos desde el ’83 hasta hoy han reprimido cuanta lucha obrera y popular ha habido (con mártires como Teresa Rodríguez, Víctor Choque o los jóvenes Kosteki y Santillán). Y el último ‘crimen’ fue el de Río Turbio, con sus 14 mineros muertos por el empresario Taselli, producto de la privatización y "flexibilidad" laboral que avalaron los gobiernos en los ’90 –y Kirchner en Santa Cruz-.
El "progresista" Kirchner no ha dudado en pagar la deuda externa con el hambre -y la muerte- del pueblo; y mandar tropas a Haití –como quieren los EE.UU., tras haber dado un golpe de estado en el país caribeño-, gastando 10 millones de dólares.
En Jujuy Fellner tampoco ha dudado en usar las fuerzas represivas contra las manifestaciones de desocupados, o en dejar impunes las muertes de los dos jóvenes en Libertador. Como se ve, para los luchadores y el pueblo sigue habiendo hambre, miseria y represión. Y para los que se rebelan la cárcel o el procesamiento, como hay para los miles de luchadores obreros y populares con causas –el "Pollo" Sobrero o Raúl Godoy de Zanón son algunos-. La movilización independiente de la clase obrera –principal "blanco" de la dictadura y que contó con la complicidad de actuales burócratas sindicales- es la fuerza social clave para meter a la cárcel de los milicos asesinos, y avanzar en una genuina luchar por el pan y el trabajo.
El juicio y castigo a los asesinos y represores de ayer y hoy sólo puede conseguirse mediante la más amplia movilización y lucha en las calles de los trabajadores -ocupados y desocupados-, jóvenes trabajadores y estudiantes, junto a los organismos de DD.HH.

ORGANICÉMONOS PARA LUCHAR POR EL CASTIGO A LOS REPRESORES Y ASESINOS DE AYER Y HOY