Con la presencia de unos 180 trabajadores y estudiantes se realizó en la Escuela Superior de Trabajo Social de la UNLP la Conferencia organizada por la Regional La Plata, Berisso y Ensenada del PTS.
Si bien es de destacar la participación de una importante delegación de obreros del Astillero Río Santiago, de estudiantes universitarios de diferentes facultades de la UNLP y de trabajadores contratados despedidos de Trenes Metropolitano (ex Roca); también se hicieron presentes en la conferencia trabajadores de la salud de diferentes hospitales de la región, trabajadores de IOMA, docentes del Suteba, docentes y no docentes de la UNLP, estudiantes secundarios y terciarios, jóvenes trabajadores de comercio y del sindicato de televisión. También es de destacar la presencia de enfermeros del Garrahan que viajaron hasta La Plata para participar de la conferencia.
En su inicio, la conferencia declaro a los trabajadores de la ex Jabón Federal que recientemente hicieron cumplir su voluntad de elegir una nueva comisión interna enfrentando los intentos de fraude organizado por los dirigentes del sindicato y la patronal, a los obreros y campesinos bolivianos que en el curso de este año desarrollaron un heroico proceso revolucionario y al dirigente de los sindicatos clasistas cordobeses surgidos en los años 70, José Francisco Páez fallecido recientemente como la presidencia honoraria de la misma.
Luego de este emotivo inicio, Ernesto Bustos, delegado del IOMA, dirigente nacional del PTS y candidato a Diputado Provincial por el Frente MAS – PTS, realizó un informe revalorizando la importancia de realizar una conferencia con trabajadores y estudiantes dispuestos a debatir sobre estrategia revolucionaria y remarcando los puntos centrales expresados en el Manifiesto Programático “Por qué Luchamos” que durante el último mes ha sido ampliamente difundido en distintos lugares de trabajo y estudio de la región.
El informe dio lugar a distintas intervenciones de los presentes y al inicio de un alentador y auspicioso debate. Un trabajador No Docente intervino señalando las enseñanzas dejadas por el proceso revolucionario vivido en la década del 70, y preguntando si, más allá de las elecciones, la izquierda no se une por sectarismo o por diferencias programáticas. Una compañera docente intervino en el mismo sentido. Un estudiante de Ingeniería planteó el problema de los límites y la potencialidad que se están expresando en el proceso de luchas y de reorganización que se ha iniciado en la clase trabajadora. A su vez, en el debate también se hizo referencia a la propuesta expresada en el manifiesto en relación a la libertad de tendencias y el pluripartidismo que impulsamos hacia el interior de los organismos de autodeterminación de las masas. Por otro lado, un trabajador auxiliar de educación manifestó su acuerdo con el manifiesto, y presentó como interrogante cómo llegar a ganar a las masas para esas ideas.
En el debate se expresaron distintas intervenciones en respuesta a estos interrogantes. En relación al proceso revolucionario de los años 70, no solo se reivindicó la energías y la heroicidad que puede desplegar la clase obrera en la lucha por imponer su propia hegemonía, sino que también se destaco cómo en los procesos revolucionarios se ponen a prueba distintas estrategias de las organizaciones de izquierda. En este sentido se trató de demostrar, más allá de destacar la política que nuestro partido había impulsado para avanzar por ejemplo en la concreción de un Frente electoral de los trabajadores y la izquierda, cómo las diferencias actuales entre el PTS y las distintas organizaciones de izquierda, que ante los ojos de la mayoría pueden aparecer como pequeñas diferencias de líneas tácticas, a la hora de intervenir en agudos procesos de la lucha de clases, como ocurrió en el propio proceso de los años 70 y en los limites demostrado por la corriente de la cual provenimos, se convierten en decisivas diferencias de estrategia política. En este sentido se destacó la importancia que cobra en el momento actual la lucha ideológica y política con las organizaciones de izquierda que se desvían y abandonan una estrategia revolucionaria. A su vez, se respondió que como la mayoría de la clase trabajadora y el pueblo, tienen depositadas expectativas en el Gobierno, no está planteado una lucha para ganar a las masas para una salida revolucionaria, sino que nuestro partido tiene por delante tareas “preparatorias” de estructuración en el movimiento obrero, de ganar a sectores de vanguardia para una política de independencia de clase, para prepararse para eventuales crisis y giros a la izquierda de las masas.
Por su parte José Montes, miembro del cuerpo de delegados por sección del Astillero Río Santiago, dirigente nacional del PTS y actual candidato a senador nacional por el Frente MAS-PTS, realizó una interesante intervención que fue seguida con atención por el auditorio. En ella, Montes se encargó no solo de destacar que la lucha de clases y el comunismo no fueron un invento de Marx sino que más allá de lo que aportó el marxismo, los ideales del comunismo han existido y abarcado los sueños y las esperanzas de los explotados a lo largo de toda la historia y cómo en el actual sistema capitalista, es la clase obrera, es decir los asalariados, la única clase que puede responder a los sueños y esperanzas de los desposeídos.
En este sentido, si bien consideró que la clase obrera está dando los primeros pasos en su accionar y en revertir décadas de retroceso y derrotas y que por lo tanto todavía lleva sobre sus espaldas distintas contradicciones y límites que habían sido señalados en distintas intervenciones realizada durante la conferencia; remarcó que los trotskystas consideramos a los asalariados como la única clase que por su lugar en la producción, y porque es la única clase que no tiene nada que perder más allá de sus propias cadenas que la atan a la brutal explotación capitalista, puede ser capaz de conducir al conjunto de los explotados y oprimidos del país y del mundo detrás de un genuino proyecto emancipador. A su vez remarcó que la clase obrara ha sido la única clase que durante todo el siglo XX demostró tal potencialidad llevando adelante colosales acciones y revoluciones y que en esta potencialidad se apoya nuestra confianza revolucionaria y nuestra intervención decidida a la hora de colaborar con el triunfo de las luchas actuales.
Por su parte Andrea D’Atri, invitada especialmente para participar de la conferencia, señalo la importancia y la necesidad de incorporar al programa revolucionario las reivindicaciones de los jóvenes y especialmente de las mujeres. En este sentido planteó que era necesario seguir el método del Programa de Transición escrito por León Trotsky que dedica un apartado importante para llamar al paso de la juventud y de la mujer trabajadora en el proceso revolucionario. Luego de invitar a las compañeras presentes a participar desde esta perspectiva en el próximo Encuentro Nacional de Mujeres, propuesta que fue tomada por la conferencia, finalizó su intervención, parafraseando un reconocido poema de Bertolt Brecht, diciendo que cuando un joven se hace revolucionario es importante, cuando lo hace un obrero es doblemente importante pero que lo haga una mujer trabajadora es indispensable; palabras que se convirtieron en uno de los pasajes más emotivos de la conferencia.
Finalizando la conferencia y luego de casi tres horas de un debate muy alentador, Ernesto Bustos se encargó de reafirmar la importancia de las tareas preparatorias para desarrollar la construcción de un partido revolucionario e invitó a los participantes a sumarse a la tarea de seguir construyendo los Círculos Marxistas, de difundir el periódico La Verdad Obrera extendiendo la suscripción al mismo y a participar activamente de nuestra campaña electoral, tareas que tuvieron muy buen eco entre los asistentes a la conferencia.
Finalmente la conferencia concluyó con todos los asistentes de pie entonando las estrofas de “La Internacional”.