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Mundo Obrero

Aumento y paritarios votados en asamblea

Entrevistamos a Leonardo Norniella, de la Comisión Interna de PepsiCo y dirigente de la Agrupación Desde Abajo en el gremio de la Alimentación.

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11 de febrero 2010

¿Qué importancia tienen las próximas paritarias?

Primero hay que tener en cuenta que se va a discutir los salarios en medio de un alza de precios. Fijate que no empezó la negociación y esto ya obligó al mismo Moyano, que es un fiel hombre de los Kirchner, a enfrentar al ministro Boudou y salir a hablar de inflación. La carne está por las nubes, pero casi todo aumentó un 20% en un par de meses. Hoy vas con cien pesos al supermercado y traes dos bolsitas nada más. Las cifras del Indec dirán que hubo un 15 % de inflación en todo el 2009, pero un simple cálculo te dice que no se puede pedir menos del 30%. Hay que imponer que se reabran ya todas las paritarias. El Smata cerró un acuerdo en junio del año pasado en medio de la crisis económica, pero ahora están con la producción a full y van por el récord, y los compañeros no quieren esperar hasta julio.

¿Qué expectativas deben tener los trabajadores?

Pocas si queda en manos de la burocracia sindical, ya que va a negociar migajas, a lo sumo un 20%, que está lejos de la inflación real, y que después en la mesa de negociación lo cambian por un 15% o lo fraccionan en cuotas. “Es lo que pudimos conseguir”, dirán. Hay gremios como la UOM que el año pasado se vio obligada a parar y hacer dos grandes movilizaciones para conseguir un pequeño aumento, y eso que venían atrasados con respecto a los demás. Los dirigentes metalúrgicos huyen de un escenario así para este año: de un lado ninguneados por la patronal y por otro apretados por la movilización de las bases obreras. El Barba Gutiérrez lo dijo con todas las letras: “queremos cerrar rápido un acuerdo en torno al 20%”. No podemos tener ninguna expectativa en lo que negocien los dirigentes de la CGT. Moyano ya firmó todos estos años un techo salarial que estaba siempre debajo de la inflación real, a cambio de este rol el gobierno K benefició a la obra social camionera, le aumentó los subsidios a los empresarios del transporte para que dieran algún beneficio extra a sus empleados, etc. En definitiva,Moyano usó su poder en la CGT para provecho propio y en alguna medida para su gremio, pero a costa de enfriar el salario real de todo el mundo, para no hablar de los trabajadores en negro que ganan menos de 1.400$ de promedio. La CTA no logró nada, ni siquiera su personería gremial. Ahí están los docentes de todo el país teniendo que pelear provincia por provincia, porque la CTERA se niega a unir la lucha y el reclamo de la docencia de todo el país. En el sector privado la CTA ha dejado pasar la pérdida de 500 puestos de trabajo en Paraná Metal sin resistencia, y ya vimos como Wasiejko negocia con las patronales del Neumático. En docentes las bases deberán apretar y superar a sus conducciones, para ir por un plan de lucha nacional que les permita un aumento acorde a la situación. No será con la política de Yasky ni Baradel que lo conseguirán.

La patronal ya avisó, ¿no?

La patronal de Alimentación, por ejemplo, ya avisó que no ofrecerá más del 14%. No pueden decir que tienen crisis; la industria alimenticia siguió creciendo aún en el 2008-2009. Las multinacionales se compran unas a otras, compran millones de dólares y los fugan al exterior, están en pleno crecimiento.

Desgraciadamente UPCN ya firmó por un 11% días atrás. En las próximas semanas empiezan las negociaciones en varios gremios y seguro el techo para los empresarios será el 15%, muy por detrás de lo requerido. Además de “congelarnos” el salario, la otra cuestión que se discutirá serán las condiciones laborales, donde querrán recortarnos conquistas y aumentar la flexibilidad laboral y los ritmos de trabajo, etc.

Nuestro convenio es de 1994, en pleno menemismo, y es una vergüenza. Tiene cláusulas de polifuncionalidad, totalmente flexibilizado. Es por esto entre otras cosas que necesitamos paritarios de los trabajadores, no los que van en los últimos años, que… ¿sabés quiénes son? cinco o seis secretarios generales de distintos sindicatos provinciales alimenticios, todos personajes muy alejados de nuestros padecimientos diarios y con salarios que no son para nada iguales a los nuestros. Que encima seguramente se volverán a quedar con el 2% del salario de los trabajadores de la Alimentación, sean afiliados o no, que nos descuentan “por representarnos”.

¿Entonces?

Bueno, también las paritarias plantean quiénes son los representantes obreros que llevan la negociación colectiva ante los patrones. Y acá esta la cuestión clave. Mientras se sienten los burócratas sindicales no conseguiremos más que migajas. Lo que debemos imponer desde los lugares de trabajo, desde las fábricas, talleres, oficinas y escuelas es que a los delegados paritarios los elegimos los trabajadores. Y a su vez que las reivindicaciones que llevaremos a esa paritaria y el aumento que queremos, lo que se llama el pliego de reclamos, lo votaremos también en asambleas. Queremos que sea la base obrera la que determine cuánto se pide y que elija a sus representantes. Los nuevos delegados que surgen, las internas y seccionales combativas como los compañeros de Fate, deben elegir sus representantes y votar sus reivindicaciones. No debemos limitarnos a exigir a la burocracia que haga esto o aquello. Donde podamos, debemos llevarlo a la práctica e imponerlo.

¿Y en tu gremio?

Daer dirige el sindicato de Capital, Morán la Pcia. de Bs. As. y la Federación, pero ni uno ni otro defienden los intereses obreros. Ya el año pasado el STIA convocó a un plenario de delegados que, en vez de apoyar la gran huelga de Kraft, se propuso condenarla. El plenario de delegados de base que necesitamos (no con congresales truchos como hace Daer) debe ser con mandato de asamblea de fábrica. Sólo así la voluntad mayoritaria de los trabajadores de la Alimentación no será burlada. A su vez, dicho plenario podrá implementar las medidas de acción, el plan de lucha que necesitamos para conseguir aumento y mejores condiciones de trabajo, para efectivos y contratados. Y para esto también es fundamental unirnos al resto de los trabajadores de la Alimentación de todo el país. Pero no pensamos que debemos quedarnos reclamando a los dirigentes que hagan lo que no están dispuesto a llevar adelante sino poner nosotros manos a la obra. En Kraft, en PepsiCo, en Stani (ahora Kraft), en Bonafide, hay que convocar a asambleas por turno, por sección y por fábrica para discutir que aumento pedimos y elegir a los delegados paritarios. Y lo que resuelva ahí hay que imponérselo a los dirigentes sindicales. Y me parece que esto se debería hacer en otros gremios y fábricas donde los sectores antiburocráticos dirigen o tienen peso.

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