Por primera vez en años desde que la "crisis" de la industria automotriz comenzó a descargarse sobre los trabajadores con suspensiones, despidos, jubilaciones anticipadas, retiros "voluntarios", el SMATA decidió realizar asambleas, cortes de ruta y quema de gomas frente a distintas plantas industriales de Córdoba.

Se cortaron los accesos a Magnetti Marelli, Fiat Auto, Iveco, Dana, Ferrosider, Renault, Polymont, Perdriel, VW, Bertrand Faure y Matricería Austral. "Lo que ahora sucede en VW es que se están haciendo asambleas dentro de la misma planta con los delegados tratando el tema de la reducción de horas, de la implementación de los cuatro turnos de 6 horas, la reducción del 15% del sueldo y tomando el día sábado como día normal, siendo que era tomado como horas extras", nos comentaba un trabajador de VW. Evidentemente la necesidad de pararle la mano a las patronales es imperiosa. Fiat tiene a sus 850 empleados suspendidos desde agosto hasta fin de año, Iveco planea cerrar sus puertas y trasladarse a Mina Gerais dejando en la calle a 220 operarios, Renault sigue con las suspensiones rotativas de los 1300 trabajadores pagando el 65% del salario y podríamos seguir la cuenta. Incluso el propio SMATA no tiene empacho en decir que desde el 99 se perdieron el 56% de los empleos del sector y que esa cifra se elevaría antes de fin de año al 69%.
Cualquiera podría tener la ilusión de que el SMATA y Dragún han decidido terminar con la entrega, sin embargo su pedido se reduce a que se declare "el estado de emergencia automotriz y del sector metalmecánico; convocar en forma urgente al Consejo Consultivo Automotor; eliminarse el arancel cero para la importación de camiones extra Mercosur; disminuir el gravamen impositivo que pesa sobre la fabricación de automóviles para el mercado interno y externo; y saldar las deudas del Estado para con las automotrices". Es decir, todos reclamos para la patronal. Innegablemente, este ha sido el rol que ha cumplido la burocracia del SMATA en estos años, sin mover un dedo, un reclamo, un paro, una movilización frente a semejante ataque, sino que incluso actuaron como voceros y justificadores de estos ataques.
Sin embargo, no puede saberse hasta cuando podrán seguir haciéndolo. La bronca de los trabajadores, la que se masticó durante estos años, comienza a salir a la superficie, a pesar del terror de ser el próximo que ya no tenga ni el derecho a una suspensión. En estos cortes, mientras el SMATA recitaba sus "reclamos" a los medios de comunicación, un trabajador se acercó a un micrófono y mostró que los reclamos de los trabajadores están lejos de ser los de la patronal y los dirigentes del sindicato.
La necesidad urgente de dar una respuesta propia de los trabajadores, de parar la sangría que están haciendo las patronales, va cada vez más de la mano de la necesidad que tienen los trabajadores de sacarse de encima a los dirigentes vendidos, tomar las plantas y frenar esta situación. "...las medidas que hay que tomar son medidas drásticas tanto como paros generales como movilizaciones en las principales capitales, tomas de fábricas para derrotar al gobierno porque no van a cambiar su modo de actuar..."(T, trabajador de VW). La enorme fuerza de los trabajadores mecánicos y automotrices de Córdoba, hoy traicionada por los dirigentes del SMATA, empieza a mostrarse luego de años. Si este gigante se pone de pie, comenzarán a temblar las patronales y sus sirvientes sindicales.