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Mundo Obrero

JOSE MONTES CON 200 OBREROS INDUSTRIALES EN PACHECO

Asado y debate con la militancia obrera de Zona Norte

Más de doscientos militantes y activistas obreros de la Zona Norte, con la presencia de José Montes, aprovecharon el buen tiempo del fin de semana para juntarse. Sobraban los motivos, como dice el tema. El clasismo había retenido la comisión interna en Kraft; entrábamos en el último tramo de la campaña del Frente de Izquierda; y había que discutir cómo seguirla.

PTS

20 de octubre 2011

El buen tiempo del fin de semana llenó la Panamericana de autos. Los countries de la Zona Norte recibieron, seguramente, a cientos de gerentes y supervisores que aprovecharon para empacharse con sus comilonas de lujo.

El mismo sol aprovecharon más de doscientos militantes y activistas obreros de la zona para juntarse. Sobraban los motivos, como dice el tema.

El clasismo había retenido la comisión interna en Kraft; entrábamos en el último tramo de la campaña del Frente de Izquierda; y había que discutir cómo seguirla.

Así, el sábado 15 el local del PTS en Pacheco fue el escenario de una gran reunión obrera de la que participaron más de 200 trabajadores de algunas de las principales industrias del cordón. Había trabajadores de la alimentación (Kraft, Pepsico, Stani), gráficos (Donnelley, WorldColor, PrintPack y otras), jaboneros (Procter), neumático (FATE), además de delegados y trabajadores plásticos, metalúrgicos, mecánicos, y del vidrio.

También llegaron trabajadoras/es estatales (docentes, salud y judiciales), y de las comisiones de mujeres de Donnelley y Kraft.

Muchos de los compañeros habían concurrido con sus familias, que enseguida se integraron social y políticamente a la movida.

Los muchachos de las automotrices (los había de terminales y autopartistas), coparon la parrilla. Un gran acierto, si lo medimos por los resultados y el aplauso posterior.

Los gráficos tomaron la posta para repartir el periódico Nuestra Lucha, que traía la buena nueva del triunfo en Kraft y los 10 años de Zanon, y los candidatos obreros del Frente.

A esa altura en las mesas se iban juntando los compañeros, algunos de la misma fábrica, otros mezclados, “viejos conocidos” de cortes y movilizaciones en la Zona Norte.

A cada mesa llegaban a saludar Javier Poke Hermosilla Pamela Bulacio y Lorena Gentile, y los otros delegados de la interna de Kraft, que recibían el abrazo y las felicitaciones. También Oscar Coria y Katy Balaguer, candidatos a diputados por el Frente de Izquierda, y José Montes, candidato a gobernador.

Ahí arrancaban las primeras charlas. Los jóvenes obreros de la multinacional Procter le preguntaban a Montes cómo había surgido la idea del periódico Nuestra Lucha. El grupo de World Color aprovechaba la presencia de las delegadas de Pepsico y Kraft para discutir cómo organizar a las mujeres en su planta, donde hay muchas trabajadoras.

El triunfo en Kraft

Después de la comida algunos fueron tomaron el micrófono. Los delegados y activistas de Kraft fueron los primeros.

El Poke Hermosilla contó como enfrentaron la alianza que habían tejido la patronal, la burocracia de Daer y la lista de Ramón Bogado, para desplazar a la interna. “Se unieron contra nosotros, y a pesar de eso la fuerza de la empresa, del sindicato y ese grupo, no pudo con la fuerza de los trabajadores y la comisión interna”.

Luego de comentar cómo consiguieron el apoyo mayoritario de sus compañeras/os para defender un símbolo del sindicalismo de base en la industria, Poke se metió en otra discusión. “Los trabajadores movemos la economía y sólo nos dan migajas. Pero confiamos en la fuerza de los trabajadores, y creemos que tenemos que hacer política. Es el paso que nos falta siempre. No es sólo la lucha sindical en la fábrica, sino que los trabajadores tenemos que hacer política. Por eso en las listas del Frente de Izquierda está el compañero Oscar, despedido de Kraft que sigue peleando por su reincorporación”.

Antes de cerrar, dedicó unas palabras a un compañero, que mucho de los estaban allí habían conocido “en la lucha”, como dicen. Aunque era mayor que la mayoría de esos jóvenes activistas, el Chancho Bernachea había estado junto a ellos en las movilizaciones y cortes de los últimos años. Por eso sus compañeros se acordaron de él, en medio de la alegría por el resultado en la fábrica. “Queremos hacer un recordatorio a nuestro compañero José Chancho Bernachea, un compañero que siempre estuvo en la primera línea, falleció en la fábrica, porque no confiaba en el servicio médico, que te da una pastilla para volver a trabajar. El Chancho quería militar, porque vio en el PTS, en los compañeros que somos parte de la comisión interna, lo que estábamos haciendo”.

El Chancho había sido protagonista de estos años que han cambiado a los trabajadores de Kraft. Una parte de la última victoria le correspondía. Por eso cosechó el aplauso emocionado de todos los estaban allí.

Una corriente militante

Eduardo Ayala, dirigente de la comisión interna de Gráfica Donnelley (ex Atlántida), contó que estos dos años de la interna clasista en Kraft los habían ayudado a explicar más fácilmente por qué había que construir agrupaciones clasistas y antiburocráticas en nuevas fábricas. “Así llegamos con mis compañeros al Parque Industrial de Pilar, con un volante que decía ‘nosotros somos Kraft’. En poco tiempo organizamos una comisión interna en WorldColor que cambió toda la realidad de esa fábrica. Y seguimos organizando la corriente, con Nuestra Lucha. Los compañeros de Pilar organizaron dos comisiones internas, pero quieren organizar 10 o 15, para que cuando lleguen los golpes del gobierno y las patronales, podamos responder con una fuerza contundente”.

Ayala contó que además de discutir las tácticas para intervenir en los conflictos, o cómo enfrentar a las patronales o la burocracia, se proponían estudiar, debatir y formarse. Cómo funciona la economía capitalista, la política burguesa, cómo enfrentarlas. En las mesas luego se empezaron a organizar charlas y cursos, nuevas “armas” para la militancia.

Pero además Eduardo invitó a pensar más allá de la Zona Norte, y más allá del 23 de octubre. “El otro día Ambito Financiero decía ‘Tiembla la CGT’.
Quizás un poco exagerado, pero algo de razón tiene. La burguesía toma nota de que un sector del movimiento obrero se está organizando, con métodos distintos, que es opositora a la burocracia, es opositora al gobierno, y se extiende. Compañeros, en las elecciones pasadas hemos militado y fiscalizado para el Frente de Izquierda, hemos peleado voto a voto dentro de la fábrica, pero queremos seguir organizados luego del 23 de octubre, para seguir organizando al movimiento obrero para dar estas peleas”.

Diputados obreros y una alternativa política

Catalina Balaguer es, además de dirigente de la oposición clasista en el gremio de la Alimentación y delegada de Pepsico, candidata a diputada por el Frente de Izquierda.

Por eso saludó a los delegados y activistas que vienen militando la campaña en las fábricas, “compañeros y compañeras que creen que en la necesidad de construir una alternativa política en todo el país. Ante un gobierno que dice ser de los derechos humanos. Pero somos nosotros quienes damos pelea todos los días, contra la precarización, contra el acoso laboral y sexual de las compañeras, y no es nada fácil. Por eso la justicia nos persigue”.

Katy anticipó que si se desata la crisis económica, la van a querer descargar sobre los trabajadores. Y que para enfrentarla no alcanzaba con la organización sindical. “Redoblemos los esfuerzos para que haya bancas obreras, a disposición de las luchas. Está planteado que los trabajadores nos organicemos en las fábricas, echando a la burocracia, y que también avancemos planteándonos una alternativa política. Una alternativa política independiente de la burocracia, del gobierno y de las patronales”.

Entonces invitó a redoblar el esfuerzo para pelear votos en las fábricas, esta última semana, pero también a participar en la marcha a un año del asesinato de Mariano Ferreyra.

Un paso a la militancia

José Montes saludó la buena convocatoria que había tenido el asado obrero, y el clima político y social que se sentía. “Hay una pregunta – contaba – que me hacen los periodistas, ¿cuál es el mayor logro de la izquierda, haber superado las primarias? Desde ya que ha sido un logro, pero el mayor logro, pensamos desde el PTS, es hacer decenas de reuniones similares a estas, con trabajadores y estudiantes que empiezan a ver con simpatía las ideas de la izquierda, y que empiezan a tomar en sus manos nuestras propuestas”.

Y planteó que las reuniones nucleaban a muchos luchadores y luchadoras, reconocidos en sus lugares de trabajo por reclamos salariales, por enfrentar a la burocracia. Pero que también servían para discutir de política. “Perón – dijo Montes – decía el trabajador de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, porque para hacer política están los políticos, y para hacer sindicalismo están los sindicalistas. Y los socialistas revolucionarios del PTS creemos que los trabajadores no sólo podemos hacer política, sino que tenemos que hacer política, porque si no la hacen nuestros enemigos, y nos cagan con las medidas que llevan adelante. Porque lo que les sacamos con una mano hoy, ellos nos sacan con la otra mano mañana. Esa es la lucha reivindicativa que no alcanza, y por eso hay que dar un paso adelante en la lucha política”.

La reunión se metió así en la discusión de cómo seguir organizándose y militando después del 23 de octubre, más allá de los conflictos sindicales y las elecciones.

Como decía Montes, “para recuperar una interna, pelear por aumento de salario o enfrentar los despidos, no hacen falta los revolucionarios. La clase obrera tiene más de 150 años de tradición de lucha, sobre todo en la Argentina. Desde el anarquismo a las huelgas ferroviarios de los 30, de la huelga de la construcción hasta la resistencia peronista, de la resistencia a la dictadura después del golpe del 76. Tiene una tradición enorme. Lo que no tiene es una herramienta política propia, que permita llevar esa enorme energía de lucha que desata en los conflictos parciales, en cada una de las luchas que lleva adelante, a imponer un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Para eso falta un partido. A esa militancia apasionada los invitamos a sumarse”.

Contra la militancia que fomenta el kirchnerismo desde el Estado, con funcionarios que ganan 25 o 30 mil pesos lejos de la situación del pueblo trabajador, el ‘Negro’ recordó la anécdota de aquel viejo compañero que un día le preguntó cómo hacía para aparecer un día en un conflicto en Jujuy, al otro día en Neuquén, y más tarde cortando la Panamericana. “Viejo, le dije, la militancia revolucionaria es una profesión que yo elegí. Hay gente que decide ser médico, otra es ingeniera, hay contadores. Yo elegí ser un militante revolucionario, luchar por construir un partido revolucionario. Esa es para mí la profesión más digna, y a la que uno tiene que dedicarle con orgullo las horas y el esfuerzo personal. Porque lo que verdaderamente necesitamos es construir un partido propio de los trabajadores”.

La propuesta iba dirigida a las decenas de activistas que están luchando junto a nosotros, codo a codo en las fábricas, a los que militan la campaña del FIT y participan de la corriente clasista Nuestra Lucha. Una invitación a seguir organizando más comisiones internas en la zona industrial más importante del país, a pelear votos en las fábricas para este 23, a hacer cursos de formación política.

Pero también a abrazar la militancia política revolucionaria, a ser partes de esa apasionante tarea que es construir un partido de nuestra clase para vencer a los capitalistas.


La voz de las mujeres trabajadoras

Un grupo de mujeres que somos trabajadoras y familiares de obreros de Kraft nos venimos reuniendo en un Comité del periódico Nuestra Lucha, y desde hace un mes estamos saliendo al aire con un programa radial los días sábados. Nuestra idea es que se reflejen las luchas que se vienen dando, los conflictos, las persecuciones que sufren delegados clasistas por parte del gobierno, la justicia y los empresarios, con la complicidad de la burocracia sindical. Nuestro objetivo también es que se escuche nuestra voz, la voz de las mujeres trabajadoras y las conquistas por las cuales tenemos que pelear, en conjunto con nuestros compañeros varones. Que cientas de mujeres vean que su situación no es individual, sino que somos miles las que tenemos los mismos problemas, sufrimos violencia, discriminación y opresión. Y que vean que es a través de la organización que vamos a poder cambiar esta situación.

Nosotras estamos convencidas que cuando una mujer avanza en sus derechos, ningún hombre retrocede, sino al revés, avanza toda la clase trabajadora. Porque así estamos en mejores condiciones para luchar unidos contra la opresión y la explotación que nos impone el sistema en que vivimos.

Invitamos a todos/as a que nos escuchen y difundan nuestro programa de radio y a que se sumen activamente todas las compañeras trabajadoras que lo deseen y encuentren en esta iniciativa una herramienta para empezar a hacerse oír, organizarse y luchar por lo que nos corresponde.

Por Karina (ama de casa, esposa de un trabajador de Kraft) y Beatriz (trabajadora de limpieza, hermana de un delegado de sector despedido en lucha por su reincorporación)

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