Daer, secretario general del STIA anunció el martes 17 que se firmó el acuerdo para las paritarias del 2014 de la alimentación con un 35% de aumento. El acuerdo establece un aumento del 20% retroactivo a Mayo, un aumento del 15% en Septiembre y una suma fija y por única vez como “bono navideño”de $1500 (que en algunas fábricas ya se paga y por el que se pelea a fin de año, dejándolo “atado” a este acuerdo). Pese a los límites del plan de lucha llamado por la conducción de la Federación y el Sindicato (que no convocó a asambleas, ni grandes movilizaciones que permitan que se exprese la fuerza de los más de 80.000 trabajadores del gremio) se logró este acuerdo producto de la lucha de la base de los trabajadores. En esta pelea se destacaron las asambleas y medidas de lucha impulsadas por la oposición, que cuestionaron los métodos de la conducción del Sindicato y que votaron paros y distintas acciones que obligaron a las patronales a entregar un aumento mucho mayor al que querían.

Hace casi un mes que comenzó la lucha por las paritarias en el gremio. La conducción de la Federación y el Sindicato actuó de espaldas a los trabajadores, convocó medidas sin consultar a las bases y sin casi organización previa. El repudio en la base es enorme. Sin embargo el paro llamado para el Viernes 13 (luego de que vencida la conciliación obligatoria) mostraría una gran predisposición de lucha de los trabajadores de la alimentación. Las Comisiones Internas opositoras nos destacamos impulsando asambleas en fábricas como PepsiCo, Mondelez (ex Kraft) Pacheco y Lodiser, comenzando un fuerte paro basado en la decisión y fuerza de la base de los trabajadores que tendría mucha fuerza también en otras fábricas con fuerte presencia de sectores opositores e independientes como Arcor de Córdoba y de San Luis, PepsiCo Mar del Plata y Unilever, entre otras.

Esta fuerza y medidas de lucha que los trabajadores tomaron en sus manos y que impulsamos con todo desde la oposición fue lo que logró torcerle el brazo a las patronales de la alimentación, que se mantuvieron hasta último momento ofreciendo un aumento de un del 28%, muy por debajo de las expectativas de los trabajadores. El martes 17 de Junio por la mañana el paro aumentaba su fuerza, los cuestionamientos a los métodos burocráticos de la conducción crecían y en fábricas de Córdoba, Tucumán y San Luis se empezaba a discutir parar 8 horas por turno, como lo había hecho Arcor de Villa Mercedes, mientras en algunas fábricas se iniciaron bloqueos de portones.

El rol de la Bordó y la oposición

En una de las principales fábricas como es Mondelez Pacheco (ex Kraft) la base rechazó los intentos de imposiciones burocráticas de la Verde de Daer que casi sin aviso y sin discusión quería que la base comience el paro el viernes 13. Desde la Comisión Interna llamamos a asambleas para discutir las medidas de lucha, planteando que pese a la conducción del sindicato y todos los límites que ya denunciamos había que parar con fuerza para golpear a las patronales. El turno noche del viernes por la madrugada decidió parar 4hs y paró. La asamblea de la mañana y de la tarde repudiaron los métodos burocráticos de la conducción del Sindicato, reivindicaron la tradición de la fábrica de todo decidirlo en asamblea, y plantearon que no era conveniente parar el viernes por los descuentos que pesarían sobre el pago de la quincena que cerraba justo ese día, teniendo en cuenta que en estos dos turnos el salario es menor (cuestión que a la burocracia obviamente no le importó). Es así que los trabajadores del turno mañana y del turno tarde pararon masivamente el lunes.

Incluso tuvieron que enfrentar junto a la Comisión Interna las maniobras de la Verde que intentó sin éxito cambiarle el horario al paro votado por los trabajadores. En Pepsico, se paró desde el viernes hasta el miércoles por la mañana, 4hs en todos los turnos, y la asamblea de trabajadores ante el rumor del cierre del acuerdo el martes 17, votó igualmente mantener el paro de 4hs por turno en repudio a que la conducción del sindicato firmaba la resolución de las paritarias sin consultar a los trabajadores. Estos son algunos ejemplos de la lucha impulsada por la oposición y sectores independientes a la conducción del sindicato, que empujó a que el martes 17 a la madrugada se cerrara el acuerdo entre la conducción del gremio y las patronales por un aumento de un 35%. Las patronales temían que sigan avanzando las medidas de lucha que no controlaban la conducción de los Daer, Morán y Morcillo.

Producto de esto es el acuerdo de un 35%, que rompe el “techo salarial” que quiso imponer el gobierno, siendo uno de los mayores aumentos de paritarias de 2014. Sin embargo este aumento está por debajo del 45% que la Conducción del Sindicato de manera “fanfarrona” decía reclamar, y del que se bajó sin consultarle a nadie (además de dejar afuera otras demandas como la recategorización, las condiciones laborales y la necesidad de cambiar el convenio). También está por debajo de lo que necesitamos los trabajadores para vivir: un sueldo igual a la canasta familiar. Por eso consideramos insuficiente el aumento, teniendo en cuenta las necesidades que tenemos frente a la inflación y el ajuste, la enorme predisposición de lucha que mostró la base y sobre todo las multimillonarias ganancias de las empresas multinacionales del rubro.

Recuperar el sindicato para transformarlo en una herramienta de los trabajadores

La agrupación Bordó de la alimentación, integrada por compañeros del PTS junto a compañeros independientes, y conducción de la Comisión Interna de Mondelez Pacheco (ex Kraft), de PepsiCo, de Lodiser y presente con Congresales en Mondelez Victoria (ex Stani), Fel-Fort y distintas fábricas del gremio impulsó asambleas para que sea la base la que decida las medidas de lucha y las reivindicaciones por las que pelear. Votamos los pliegos de demandas de TODOS nuestros reclamos (como categorías, pase a planta de los contratados, reincorporación de los despedidos de Calsa y Maquila de Pepsico, terminar con el trabajo los fines de semana) e impulsamos también la demanda de que la Verde no firme nada de espaldas a los trabajadores y que sean delegados paritarios elegidos en la base los que definan la conformidad o no con el acuerdo. Con estas banderas organizamos en medio de la conciliación obligatoria un corte de Independencia y la 9 de Julio hace dos semanas, que tuvo amplia repercusión mediática en todo el país y presionó a la Verde para que no firme cualquier cosa. A partir del viernes 13 y vencida la conciliación obligatoria impulsamos las asambleas y paros en las fábricas donde estamos, mostrando la enorme predisposición de lucha de los trabajadores de la alimentación. En estos momentos se están impulsando asambleas para discutir en la base el acuerdo paritario recientemente firmado.

Esta paritaria no es algo aislado, es parte de lo que en el gremio de la alimentación se viene logrando hace 5 años: aumentos por encima de la media. Esto es un producto evidente del rol que juega una fuerte oposición a la burocracia, que dirige fábricas de cientos o miles de trabajadores como Mondelez Pacheco (ex Kraft) o PepsiCo y ahora Lodiser, además de contar con una amplia presencia en otras fábricas como Mondelez Victoria (ex Stani) o Felfort, donde la oposición cuanta con congresales y obtuvo el 40% de los votos en todo el gremio. El fuerte desprestigio y repudio que pesa sobre la Verde, sumado a un amplio sentimiento democrático y predisposición a la lucha de amplios sectores de la base y el peso obtenido por la oposición logra que las patronales se vean obligadas a conceder aumentos mayores. No hay otra explicación para un sindicato encabezado por Daer que entregó todas las conquistas obreras en los 90.

Si bien pesan aún los límites que impone la burocracia, la presencia de la izquierda en el gremio y en especial de la Bordó formada por compañeros del PTS y trabajadores independientes es una alternativa de dirección que juega un rol concreto en cada proceso de lucha que se abre y poniendo un límite a los ataques de las patronales y la burocracia que en otros gremios como el SMATA son moneda corriente con suspensiones masivas y despidos. Pero no podemos quedarnos solo acá, sino que una de las principales conclusiones que surgen de esta lucha es la necesidad de recuperar el Sindicato, de transformarlo en una verdadera herramienta de los trabajadores, para que la enorme fuerza de los más de 80.000 obreros y obreras del gremio se ponga en movimiento contra las patronales y logre imponer todas nuestras demandas.