Con impunidad patronal, la empresa sólo atinó a retirar de la lista de fichaje a los compañeros fallecidos. En cambio, para los trabajadores la vida de sus compañeros no se reduce a un nombre en la nómina de presentismo. No están presentes los compañeros con los que hasta ayer nomás se compartió una cebada o las penurias del laburo. El látigo de encargados y supervisores para que la operativa habitual siguiera su ritmo fue generando la bronca y con ella los comienzos de la organización de los trabajadores. En el año que pasó murieron dos compañeros y hay varios con enfermedades respiratorias por ser obligados a someterse a la inhalación de químicos tóxicos sin siquiera contar con un barbijo. La patronal y la ART, como siempre, aducen que las enfermedades de los trabajadores corresponden a su vida privada. Intentan, con instinto patronal, naturalizar la idea del trabajador descartable.

“Pertenecer”, así se llama la empresa responsable de esta situación, una de las tantas empresas tercerizadas que operan en los aeropuertos argentinos. Las condiciones deplorables a las que son sometidas las trabajadoras y los trabajadores de esta empresa que presta servicios de limpieza sofisticados en los hangares de Aerolíneas Argentina lindan con la esclavitud. Ante tanto agobio, los trabajadores empezaron a levantar cabeza y con ello sale a la luz la cara oculta de lo que viven miles de trabajadores en los Aeropuertos: jornadas de 12 horas; francos que nunca llegan; condiciones inexistentes de salubridad, falta de descansos y sueldos de miseria. El instinto criminal de la empresa no cede y ante la acción de los trabajadores responde con persecución y descuentos casi totales de los sueldos. Es urgente una campaña de apoyo y solidaridad con los compañeros que se atrevieron a decir ¡basta!

La patronal camporista es responsable, pase a planta permanente

Detrás del glamour y la fachada de los aeropuertos se oculta una red de tercerización laboral similar a la que operaba en el Ferrocarril Roca. El negociado de esta red cuenta con empresarios negreros, burócratas sindicales y funcionarios de turno. La Cámpora y su patrón dirigente Mariano Recalde, son los principales responsables. Desde El Despegue, agrupación militante de trabajadores aeronáuticos, entendemos que esta situación se ve favorecida por la división que nos imponen las cúpulas sindicales. Aquella división se ampara en los diferentes acuerdos paritarios donde algunos ganan el doble o el triple que un compañero tercerizado, al tiempo que los sindicatos aeronáuticos les dan la espalda a este sector. Pero esta división es ficticia: el trabajador aeronáutico de planta en Aerolíneas viene de sufrir en varios sectores el recorte salarial y de tiempo de descanso por parte de la patronal camporista. En Lan Argentina la patronal pinochetista viene precarizando cada vez más a los trabajadores, promoviendo contratos basura a gran escala. La unidad de todos los trabajadores aeroportuarios efectivos, contratados y tercerizados es fundamental para encontrar la fuerza que haga frente a la caída de las condiciones laborales y salariales. Desde El Despegue llamamos a conformar una Coordinadora de todos los compañeros que trabajan en empresas tercerizadas, en unidad con los trabajadores de planta, para conquistar el pase a planta permanente. La pelea que dieron los compañeros de HAS para conquistar un convenio aeronáutico demuestra que es mediante la lucha y la organización que podemos derrotar a las patronales mafiosas. Aquella lucha fue un primer paso. El Despegue se propone lanzar una campaña de repudio a la empresa “Pertenecer” y todas las tercerizadas que promueven la muerte y la precarización de los trabajadores aeronáuticos. En ese camino llamamos a las agrupaciones que enfrentan a las cúpulas burocráticas a conformar un frente que se plante como alternativa democrática y de lucha entre los trabajadores aeronáuticos.