Trabajadores aeronáuticos criticaron duramente a LAN Argentina, sosteniendo que la empresa “busca debilitar a los empleados con prácticas desleales y miente cuando asegura haber firmado un convenio colectivo para los tripulantes de cabina”.

“Con un nuevo ardid para debilitar a las organizaciones sindicales y profundizar la precarización de las condiciones de trabajo de los trabajadores aeronáuticos, LAN Argentina lleva adelante una campaña de confusión y desinformación entre sus empleados, con la complicidad de entidades ‘amarillas’ sin representación gremial alguna”, señalaron los trabajadores a través de un comunicado.

En tal sentido señalaron que “estas prácticas antisindicales ya habían sido denunciadas anteriormente, cuando en diversas oportunidades se obstruyeron los procedimientos de negociación colectiva ante el Ministerio de Trabajo, y luego ante la presunta coacción que habría ejercido el subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli, a varios tripulantes de cabina de pasajeros entre febrero y mayo de 2005, a quienes se les habría impuesto como condición para trabajar en LAN Argentina que previamente se desafilien de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y se afilien a la Asociación Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Empresas Aerocomerciales (ATCPEA), que funciona justamente, en el domicilio de la APTA (técnicos), el sindicato de Cirielli”.

La Asociación de Aeronavegantes recordó que el pasado 12 de julio, desde la Dirección de Recursos Humanos de la empresa LAN Argentina, a cargo de Hernán Jara, se informó a los empleados de la compañía que se había firmado un convenio colectivo entre la empresa y “un sindicato de conveniencia o ‘amarillo’ (ATCPEA), que no tiene ninguna representación gremial legal otorgada por el Ministerio de Trabajo. Dicho convenio, que abarcaría a los Tripulantes de Cabina de Pasajeros (TCP) de LAN Argentina, no tiene ninguna vigencia legal, ya que el único sindicato con la facultad legal de representar a los TCP, es la Asociación Argentina de Aeronavegantes, a través de su personería gremial N° 236 otorgada por el Ministerio de Trabajo desde el año 1953”.

Como reacción, Aeronavegantes interpeló a LAN Argentina por carta documento, para que confirme o rectifique esta información difundida, a lo que la empresa respondió que no había suscripto convenio alguno conforme a las pautas previstas en la ley 14.250 que regula los convenios colectivos. Sin embargo aclaró que ha “concertado, en una actitud francamente desleal, una seria de pautas de organización, interpretación y aplicación del convenio que ATCPEA, ilegalmente suscribiera con la ex-LAFSA en actas acuerdo, empresa esta última ajena al grupo LAN”.

“Estas actas acuerdo a las cuales se refiere LAN Argentina, suscriptas entre la ex-LAFSA y las autoridades nacionales de aplicación, actualmente son objeto de investigación de la Justicia criminal y correccional federal -agregó el gremio-. La causa, originada por denuncias de Aeronavegantes, fue reabierta el pasado viernes 21 por un fallo de la Sala II de la Cámara Federal, que investiga a Ricardo Cirielli por los presuntos delitos de coacción o intimidación a tripulantes para que se afilien a la ATCPEA (prohijada por su sindicato, APTA), y ha puesto énfasis en las actas acuerdo -en las que se declaró garantizar derechos laborales- tildadas de falsas en una investigación conexa, y que ‘podrían constituir la puesta en escena de condiciones de negociación falsas tendientes a incorporar afiliados’, según objetaron los camaristas Martín Iruzún y Eduardo Luraschi al ordenar reabrir la investigación en primera instancia”.

Para Ricardo Frecia, secretario general de Aeronavegantes, y presidente de la Sección de Aviación Civil para Latinoamérica y el Caribe de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) “LAN Argentina comete una flagrante violación de la legislación vigente al elegir como interlocutor privilegiado a un sindicato de conveniencia sin personería gremial”, y continúa,”a la vez, dan muestra de las prácticas antisindicales que caracterizan al grupo, cuando intenta confundir a sus empleados con afirmaciones falsas e interfieren, deliberadamente, con los procedimientos de negociación colectiva abiertos ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, mientras el sindicato amarillo prohijado por el funcionario Cirielli (juez y parte), se erige en el socio fundamental para posibilitar la Argentina, la precarización que el grupo persigue en toda la región ”.