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¿ARGENTINIZACION?

Aerolíneas: siguen los versos, siguen los negociados

El 2008 encontró a Aerolíneas Argentinas sin poder garantizar los vuelos a miles de pasajeros. Lo cierto es que Aerolíneas se acercaba cada vez más a una crisis similar a la del 2001 cuando estuvo al borde de su desaparición.

29 de mayo 2008

El 2008 encontró a Aerolíneas Argentinas sin poder garantizar los vuelos a miles de pasajeros. Lo cierto es que Aerolíneas se acercaba cada vez más a una crisis similar a la del 2001 cuando estuvo al borde de su desaparición.

En aquella oportunidad, sólo cuando las movilizaciones de los trabajadores se convirtieron en una causa nacional, se logró impedir la quiebra de la compañía.

El motivo por el que la línea de bandera pasó de tener un gran prestigio internacional a esta situación sólo es explicable por el fraude de la política privatizadora del menemismo, cuyo legado preservan los Kirchner.

Desde un principio la privatización se trató de una estafa. La línea Aérea de bandera fue entregada a Iberia (y su socio local Pescarmona) sin pasivos, pero los compradores la endeudaron para pagar el precio de compra. Es decir que para quedarse con la línea aérea de bandera no pagaron nada.

La causa de la crisis es la permanente desinversión y vaciamiento directo por parte de las empresas que se fueron sucediendo en el control de ARSA. Según la revista Apertura, “en 1998 la oferta de cabotaje sumaba 89 naves de las que Arsa tenía 41 y las desparecidas Lapa, Dinar y Souther Winds se repartían el resto. Hoy la flota total suma 48 naves, de las que 41 siguen siendo del grupo Arsa (hoy a través de Marsans) (…) Es decir que mientras desde 2000 el PBI creció un 20%, el transporte de ómnibus de larga distancia un 16% y la cantidad de plazas hoteleras un 25%, la oferta de cabotaje se retrajo un 31%”.

Por otro lado, los destinos menos rentables tienen pocos o ningún vuelo asignado.

LAN sólo opera destinos turísticos, ni una sola ruta de fomento.
Esta es la verdad de la crisis. Sin embargo los empresarios, con total caradurés, siguen con sus exigencias: tarifas más altas, exención del IVA, subsidios, y una “paz social” por varios años. En otras palabras, que el Estado les garantice sus ganancias.

¿Qué hizo el gobierno?

Estaba cantado: la semana pasada se publicó en el Boletín Oficial la decisión del Gobierno nacional de aumentar las tarifas aéreas en un 18 %. En lo que va del año ya aumentaron casi un 40 %. El plan para aumentar la rentabilidad empresaria incluye grandes beneficios impositivos y subvencionarles el precio del combustible, que significa casi el 60 % de los costos operativos.

Este anuncio se realiza en momentos donde, también impulsado por los Kirchner, se define el ingreso de un nuevo socio en Aerolíneas Argentinas. El nuevo socio sería el dueño de Buquebús, Juan Carlos Lopez Mena, de muy buena relación con el gobierno.

La reconfiguración accionaria se completaría con el incremento de la participación del Estado del 5 % al 20 % y la transferencia de un porcentaje menor al personal.

Los Kirchner mantienen las premisas del neoliberalismo de los ’90: las empresas de servicios públicos siguen al servicio de los empresarios para que estos engrosen sus bolsillos.

¿Argentinización?

En los medios de comunicación estas últimas noticias son presentadas como tendientes a la argentinización de la compañía para revitalizar Aerolíneas.

Pero la realidad esta bien lejos de esto. Primero, con estas medidas el gobierno lejos de castigar a Marsans (los actuales dueños) solo beneficia a esta trasnacional española. Como seguirán siendo - junto con López Mena - dueños de la compañía, gozarán del aumento de las tarifas y de los subsidios.
Y aunque las medidas, benefician tanto a Aerolíneras como a LAN, representan para el grupo Marsans un beneficio extra ya que en plena etapa de venta dichas medidas aumentan el valor de la empresa.

En segundo lugar, en contraprestación a semejante ayuda el Estado no exige ningún compromiso de inversión a los empresarios del sector. Ni que vuelen más destinos, ni que modernicen la flota, ni nada. Tampoco se habló de los salarios, ni de la implementación de tarifas sociales para los sectores de menores recursos. Hoy el servicio de transporte aéreo es un lujo para ricos.

La verdadera alternativa

El gobierno vuelve a salvar a capitalistas vaciadores, y se mantendrá el mercado aerocomercial muy lejos de la verdadera y única salida de fondo que, como ya hemos planteado los aeronáuticos del PTS, pasa por la expropiación sin pago de Aerolíneas Argentinas conformando una única y poderosa Línea Nacional de Bandera, que esté controlada por los trabajadores y usuarios.

Algunos sindicatos del sector denunciaron durante años el vaciamiento de la empresa pero siempre estuvieron en contra de pelear por la expropiación. Si la empresa alguna vez fue grande, fue mientras estuvo en manos del Estado, aún cuando los distintos gobiernos y sus directores se dedicaron a vaciarla. También la CTA está en contra de esta salida, según la revista antes mencionada, Ariel Basteiro afirmó que “es una bomba de tiempo…Hasta que la situación no mejore deberían seguir al frente”.

Solo la re-estatización hará posible un proyecto que rompa los criterios de rentabilidad turística y genere rutas de fomento y una todos los rincones del país con tarifas accesibles diferenciadas para los sectores obreros y de menores recursos.

Prensa

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