El 9 de junio se cumple un mes del incendio que se llevó la vida de 7 jóvenes trabajadores de Virrey del Pino, además de que siguen dos trabajadores en grave estado de salud, en la fábrica de Aerosoles Argentinos. Los empresarios dueños del establecimiento, como otros tantos dueños de empresas en la que trabajan otros miles de jóvenes, son los responsables de haber lucrado con la seguridad de quienes trabajaban para ellos. Multiplican sus ganancias restando la seguridad de quienes se ven obligadas a trabajar en donde sea, presionan para que los chicos acepten jornadas laborales extenuantes que bajan su rendimiento y multiplican los riesgos. Eso implicaba que cada tanto alguno de nuestros hijos y amigos sufriera quemaduras u otros accidentes. Se supone que a la avaricia de los patrones le tiene que poner un límite la acción estatal. Que siendo una fábrica que maneja productos peligrosos, la Municipalidad y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires debieron controlar que se cumplían las necesarias condiciones de seguridad. Pero, también como en tantas otras empresas de la zona, las evidentes condiciones de inseguridad no son penalizadas ni obligadas a cambiar por la autoridades. Hay una clara complicidad de los responsables estatales con estos empresarios.
Por eso este próximo sábado 9 de junio hacemos un acto recordatorio en la puerta de la fábrica.
Queremos justicia
Queremos trabajo para nuestros hijos e hijas, hermanos, amigos y vecinos, pero no a costa de su salud y, como en este caso, hasta de su vida.
Familiares, amigos y vecinos de los trabajadores víctimas de la masacre en Aerosoles Argentinos