Este 18 de Octubre, a 48 horas de cumplirse un nuevo aniversario del asesinato del compañero del Partido Obrero Mariano Ferreyra, nos encontró nuevamente frente a los tribunales de Comodoro Py. La movilización tuvo, entre sus denuncias, el pedido de excarcelación por parte de la defensa de Pedraza, y que Casación dio lugar. Esta maniobra deja nuevamente a las claras que la “Justicia”, luego de encubrir la complicidad del gobierno nacional en el entramado mafioso de la burocracia sindical que mantenía negocios con las empresas concesionarias, quiere avanzar sobre las condenas que se lograron con la movilización popular. Lejos de avanzar en la responsabilidad del “querido” amigo de Pedraza, Carlos Tomada; de la responsabilidad de Aníbal Fernández, entonces responsable de la policía Federal que liberó la zona; de los empresarios de UGOFE, que a través de la Secretaría de Transporte subsidiaron a estas empresas que contrataban a las cooperativas truchas de Pedraza; lejos de avanzar en la responsabilidad política que tiene el gobierno nacional, quiere avanzar hacia la reducción en la condena de Pedraza. Es que si se avanzara en una verdadera investigación quedaría al descubierto el profundo entramado de corrupción que liga a los empresarios, la burocracia sindical, la policía, el gobierno, y al mismo Poder Judicial.

Ellos defienden sus intereses

Como denunciamos en el acto, a tres años del asesinato de Mariano, vemos que el gobierno de Cristina viene “blanqueando” su giro a derecha. Pasó de tener un discurso progre a designar a Milani al frente de las Fuerzas Armadas; en la provincia de Buenos Aires designa a Granados, un reconocido impulsor del gatillo fácil, como ministro de Seguridad; el candidato, Martín Insaurralde, viene impulsando la baja de edad de imputabilidad.

Estos hechos van de la mano con la política que viene teniendo el gobierno nacional, y lo comparte con los gobiernos provinciales y el macrismo, de usar a los trabajadores y sectores populares de chivos expiatorios frente a los grandes problemas estructurales del país. En este acto denunciamos frente a los tribunales cómo el gobierno nacional durante los últimos meses se ha dedicado a levantar una gran campaña mediática contra los trabajadores ferroviarios, adjudicándoles la responsabilidad sobre el estado catastrófico de los trenes, que ya tenia su expresión bestial en el crimen social de Once y Castelar. Lamentablemente, al día siguiente del acto, vimos claramente una nueva expresión de esta política, un nuevo choque en la estación de Once. Inmediatamente el gobierno nacional salió a responsabilizar al motorman sin ninguna prueba en sus manos. Nuevamente intentan borrar la responsabilidad del gobierno y las empresas.

Es toda una metáfora de esta situación que este nuevo choque se diera en el mismo andén donde hace poco más de un año murieron 51 personas, y a horas de cumplirse un nuevo aniversario del asesinato de Mariano.

La juventud y los trabajadores decimos basta

Este entramado que sale a la luz con el crimen de Mariano Ferreyra, más los ataques a los laburantes no es casual, quieren descargar la crisis sobre los trabajadores. Se preparan porque empieza a expresarse un sector de obreros y de la juventud que vivió todo este proceso y que dice basta, no se cree que la culpa es de los trabajadores y quiere salir a pelear por lo que es suyo, por sus derechos.
Es una nueva generación que se expresa en las fábricas, en los grandes servicios, que viene enfrentando al gobierno nacional y al macrismo en la ciudad. Una juventud que ve que sus aspiraciones tienen un techo con el kichnerismo. De quienes también vienen llevando adelante las grandes movilizaciones como las que hubo en La Rioja, donde 40 mil estudiantes destituyeron a decanos y rectores kichneristas en la Universidad de La Rioja, que se perpetraron por años en sus puestos. También en Tucumán persiste un proceso de movilizaciones estudiantiles por sus derechos. En Capital Federal, los estudiantes secundarios y terciarios enfrentaron los planes privatistas de Macri avalados por el gobierno nacional.

Pelear por justicia por Mariano no es sólo la lucha porque Pedraza se muera en la cárcel, es tomar esta lucha de conjunto en nuestras manos. Porque si el gobierno y los empresarios tienen como plan que la crisis la paguemos nosotros (para eso se vale de la burocracia sindical, de La Policía, de los grandes medios de comunicación y del Poder Judicial), nosotros, los trabajadores y la juventud, también tenemos que levantar nuestro plan para desarrollar una perspectiva que tire abajo esta miseria que nos ofrecen estos gobernantes. Un plan que parta de una fuerte alianza entre obreros y estudiantes, que se plantee terminar con este sistema social.