El gobierno nacional a través del proyecto de ley impulsado por la diputada del Frente para la Victoria, Diana Conti, pretende traspasar los depósitos judiciales federales radicados en el Banco Ciudad –aprox. 40% de sus fondos- al Banco Nación.

La patronal del banco moviliza a través de los gerentes y el personal superior a los trabajadores usándonos para defender fondos del capital del banco tan preciado para el macrismo como para el kirchnerismo. Con la amenaza –a través de sus voceros- de ver perjudicados nuestros puestos de trabajo nos involucran en una pelea entre dos bandos capitalistas.

Mas allá de las guerras discursivas a las que nos tienen acostumbrados el PRO y el FPV, existe un trasfondo real. El traspaso de las utilidades del Banco Ciudad al GCBA a fines del año pasado, fue votada en la legislatura porteña de manera conjunta por el macrismo y el kirchnerismo. A la hora de reprimir como sucedió en el Indoamericano con cuatro muertos, o de votar la creación de la policía metropolitana, no les tiembla el pulso para hacerlo juntos.

En el marco de una crisis internacional que ya lleva más de cuatro años y frente al deterioro evidente de las condiciones de la economía el gobierno nacional recurre a estos fondos para hacer caja de manera tal que le permita maniobrar y continuar con los subsidios a las empresas, pagar la deuda externa. Y por otro lado, golpea los salarios imponiendo techos y no desaprovecha discurso para atacar a los trabajadores y a su organización sindical.

A su vez el macrismo con Federico Sturzenegger como estandarte, y sus secuaces del personal superior, se burlan de los trabajadores que paramos por salario, antigüedad, categorías, ingreso de personal y condiciones laborales, por el respeto de nuestro CCT 18/75, fin de las tercerizaciones y por el pase a planta de los compañeros contratados, entre tantas otras reivindicaciones. Finalmente nos descuentan los días de paro, atacan con pases injustificados atentando contra la organización de base y múltiples persecuciones. Y ahora, ¡Qué impostura! Tienen el tupé de obligarnos a parar por sus fondos tras la bandera del “desarrollo” y “la competitividad” de sus negocios. Nada nos garantiza que la defensa de su política y de la “institución” implique un avance en los derechos e intereses de los trabajadores, como los puestos de trabajo. Sus intereses no son los nuestros.

Por su parte, la burocracia de La Bancaria nos dejó librados a la suerte en aquel momento al no avalar los paros de los trabajadores y llamar al dialogo con la administración. Una muestra clara de complicidad con la patronal traicionando a los compañeros que dicen representar. Mientras, la CGI vaciaba de representación legitima los plenarios de delegados, haciendo oídos sordos a los reclamos de la base, atacando las posiciones independientes y dejando correr el ataque de la patronal a la organización de los compañeros, debilitando y desgatando nuestra lucha. Tanto La Bancaria, como la gremial hoy buscan pintar de reclamo legítimo de los trabajadores a esta acción fogoneada por la patronal.

Ambos sectores pretenden relegitimarse ante las próximas elecciones gremiales, en un contexto más general de crisis y quiebres “en las alturas” de las CGT y la CTA divididas por adhesión o no al gobierno nacional o a la “centroizquierda” patronal sojera.

Se hace cada vez más imperiosa la organización de los trabajadores, independiente de la patronal, de las burocracias sindicales y el gobierno nacional y de la ciudad. Confiando en nuestras propias fuerzas y peleando por nuestras históricas reivindicaciones. Coordinando con los trabajadores de base del Banco Nación, del resto de los bancos y del sindicalismo de base antiburocrático.

Como parte de la clase trabajadora este paro y esta marcha no es la nuestra. Los que hacemos funcionar día a día el Banco Ciudad somos las trabajadoras y los trabajadores. El banco por el que peleamos, debe estar al servicio de la clase obrera y sectores populares, brindado financiamiento a tasa cero para dar una respuesta de fondo a los problemas más acuciantes como son la vivienda y la salud, entre otros.
No peleamos por un banco que reproduzca la competencia y la anarquía capitalista y haga negocios al otorgar créditos “más baratos que el resto”.
Por una banca estatal única, centralizada y pública bajo control de sus trabajadores.

BANCARIOS del PTS