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La crisis energética

A la luz de los hechos

13 de mayo 2004



Los argumentos esgrimidos por el gobierno para intentar tapar la crisis energética no sostienen el mínimo análisis y se derrumban ante la verdad de los hechos. No existen limitaciones de infraestructura para el transporte de fluido; no hay saturación de las redes internas1; el volumen de consumo no alcanza aún las cotas de demanda del período ‘97-‘982; la extracción y producción de gas no ha hecho más que aumentar; y con la magnitud de lo que se exporta sobraría para cubrir holgadamente la demanda interna. Otro tanto ocurre con la capacidad de generación de electricidad, que se encuentra un 40% por debajo de la demanda actual3.

"Esfuerzos compartidos"
Las privatizadas atacaron restringiendo la producción, logrando imponerse merced a la urgencia de los industriales por contar con este insumo básico para producir. El Estado respondió aumentando las tarifas, el precio de las garrafas y el GNC4. En vías de mejorar aún más la tasa de ganancia, aumentó los valores en boca de pozo y obligó a la industria a pagar más alto el combustible que mueve las máquinas. Encadenada a esta dinámica, más tarde, el gobierno extendió a toda la población la limitación del uso de gas en beneficio de la industria, imponiendo castigos al exceso de consumo domiciliario. La UIA saludó la medida destacando que "el esfuerzo ante la situación energética que atraviesa el país no debe hacerlo solamente la industria, sino que debe ser compartido por la sociedad en su conjunto"5.
El aumento sube desde el norte
Los aumentos de tarifas diseñados por el gobierno fueron trazados por el FMI, el G7 y el Banco Mundial en el último acuerdo firmado en marzo. Según dicen algunos analistas, la suba de precios6 señalan una tendencia hacia la dolarización7. Los valores se incrementarán anualmente y algunos empresarios ya se relamen, soñando revivir los días de la convertibilidad. Este avance, ha abierto las puertas a las otras privatizadas, que en poco tiempo "solicitarán" el mismo trato. Aguas Argentinas, lo acaba de anunciar.8 Aunque el neoliberalismo haya pasado de moda, las reglas de juego aplicadas en los ’90 siguen vivas y el gobierno se desvive por respetarlas. La política de privatizaciones, el pago de la deuda, la fuga de capitales, las leyes laborales flexibilizadoras, la garantía de la rentabilidad privada... son una breve muestra.

Los límites del proyecto estatal
El gobierno, inagotable encantador mediático, ha puesto en marcha la formación de una empresa petrolera estatal mixta (ENARSA), junto con Petrobras de Brasil y PDVSA de Venezuela. En principio la firma contará con siete empleados9 y se nutrirá del ajuste hecho sobre las retenciones. Se ha anunciado una inversión (los millones suelen despilfarrarse en los inicios de esta clase de anuncios) de más de 11.000 millones de pesos en 5 años. Se dice también que estos valores saldrán del aumento fiscal a las petroleras, que llegará a unos 800 por año. Basta multiplicar por cinco para encontrar un faltante que supera el 60%. ¿Se hará cargo el Estado una vez más de las inversiones, endeudando al conjunto de las masas? Por el momento no se ha escuchado a ningún socio de ENARSA ni a ningún capitalista enunciar algún tipo de desembolso en tan ambicioso proyecto (cosa que dudamos que ocurra). Aunque, sin embargo, ya se prometen tasas de retorno de casi 20%.
El proyecto presenta otras limitaciones. Su espacio de acción está reducido a la plataforma submarina (lugar donde se multiplican en varios miles los costos de exploración, infraestructura y transporte). Se sabe que el subsuelo territorial continuará privatizado y en manos de Repsol y demás. Esta combinación técnica y política abre serias dudas sobre la ambición oficial de lanzar al mercado un volumen de producción capaz de limitar el poder oligopólico de las privatizadas. En principio, para usar los giros futboleros oficiales, el "partido" planteado entre el Estado y las multinacionales petroleras, es -de mínima- un encuentro entre Yupanqui contra el Real Madrid, y para colmo en el medio del mar. El plan, además, cuenta con la venia de la empresa española, con lo cual, poco y nada ataca sus intereses. El gran prestidigitador continua empeñado en seguir su show.

Renacionalización de las privatizadas
Resulta ridículo escribirlo, pero pretender competir con empresas, que además de ser imperialistas, se le sostiene su rentabilidad mediante aumentos y decretos a su favor, es un contrasentido que sólo se puede explicar por la necesidad de retórica del kirchnerismo. La renacionalización sin pago de las empresas privatizadas bajo control de los trabajadores y de los usuarios populares, es la única respuesta seria para terminar con la entrega, el robo popular y el crecimiento de las necesidades que continúa recayendo sobre el pueblo trabajador. Recuperar lo que nos pertenece no podrá jamás venir de un Estado que ya ha demostrado su papel de comisionista de las petroleras y de las empresas privatizadas, ni tampoco en unidad con la patronal explotadora.

1 En julio del 2000 se produjo el pico más alto de transporte por la red troncal que alimenta el mercado interno con un volumen promedio de 104 millones de metros cúbicos por día. El consumo actual ronda los 102 millones. La Nación 04/05/04.
2 "(…) hasta finales de 2003 los índices del Estimador Mensual Industrial y el PBI tenían una tendencia a la alza pero lejos estaban aún de alcanzar los niveles de 1997-1998 (…)" Marcelo Garcia, EDI.
3 "El parque de generación eléctrica se encuentra en realidad algo sobredimensionado, al haber una capacidad instalada de 22.000 MW, frente a una demanda pico del orden de 14.000 MW". Página 12, 09/05/04; Alberto Muller, Grupo Fénix.
4 El valor de las garrafas, que utilizan más de 5 millones de personas en las barriadas populares, roza ya los 30 pesos (10 dólares), y para los usuarios industriales, la generación térmica y el GNC (en el 2005) alcanzarán los valores de boca de pozo; es decir, a precios de mercado. Clarín 12/05/04.
5 Clarín 29/04/04.
6 "Los aumentos de gas para uso industrial van del 15 al 30%. En Capital son del 15,7 al 22,8. Las subas de GNC son del 19 al 33%, que se traducen en aumentos la consumidores entre el 8 al 10%" "El precio de las garrafas supera el 160%". Página 12, 09/05/04 y 11/05/04.
7 "Se escucharon (y escuchan) voces que alegaban la oportunidad de dolarizar el precio del gas, cuando éste en rigor no constituye un "commodity" transable internacionalmente (…)" Idem 3.
8 "Sería mentir o crear falsas ilusiones que no va haber aumentos de tarifas"; Clarín, 12/05/04.
9 Por el momento lo único que se informó sobre la cantidad de puestos de trabajo que creará la nueva empresa estatal, es que "habrá un directorio de 7 miembros: 5 por el Estado y 2 por las provincias"; Clarín 12/05/04.

Control obrero
En diversas ciudades, decenas de obreros -chantajeados por sus patrones con suspensiones y despidos- organizaron piquetes evitando los cortes y el cese de la producción. En Capital, las agrupaciones de usuarios hicieron llegar sus quejas a la audiencia trucha montada por el gobierno, descargando la bronca sobre los empresarios y funcionarios que ya habían firmado el aumento de las tarifas. Tanto el Estado como los patrones utilizan estas acciones para su beneficio, unos en nombre de la continuidad de la producción y los otros en nombre de "un país en serio". Los hechos antes mencionados guardan significancia y lazos que los une como trabajadores y usuarios de servicios esenciales como el gas y la luz. Para que esta dinámica tienda a superar los límites que imponen los capitalistas, los trabajadores y usuarios deben tener una política independiente y crear sus propias organizaciones, por empresa y fábrica, por región, por barrio.
Ante la complicidad manifiesta del Estado, y la entrega del control de los yacimientos (salvo el directorio de Repsol, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el volumen de reservas actual ni la capacidad de producción), y frente al aumento de las tarifas y de la carestía de vida en los sectores populares, los trabajadores de las privatizadas deben poner bajo su control junto a comisiones de usuarios populares las palancas de los servicios públicos. Imponer la apertura de los libros de contabilidad para dar a luz los negociados y las maniobras capitalistas, controlar la capacidad y parámetros de producción, con el fin de garantizarle al pueblo el abastecimiento que necesita. Esta perspectiva superadora es la que puede prepara una planificación racional en beneficio del pueblo.

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