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Universidad

Crisis política en la Universidad de Buenos Aires

A Alterini le gustan los "golpes"

4 de mayo 2006

El martes 2 por la mañana, la patota sindical del gremio APUBA (no docentes), ofició de grupo de choque de Atilio Alterini, y golpeó brutalmente a los estudiantes que desde el lunes ocupábamos Medicina contra la realización de la Asamblea Universitaria antidemocrática y trucha. Una vez más, como sucedió con los docentes neuquinos, la burocracia ofició de brazo armado de los gobiernos y de la derecha, contra los trabajadores y los estudiantes. Esta vez fue una patota dirigida por sus “líderes” que golpeó a los estudiantes, hiriendo de gravedad a un compañero. Alterini, que como venimos denunciando fue funcionario del Brigadier Cacciatore bajo la dictadura (a decir verdad, algo bastante común entre radicales y peronistas), y que por ende siente “apego” hacia los “golpes”, demostró que también los “golpes” y las patotas son la única forma de imponer su candidatura repudiada por el movimiento universitario y los trabajadores de conjunto. Inmediatamente, los estudiantes de Sociales, Arquitectura, Psicología, Exactas, Filosofía, Ingeniería, los CBC, etc., organizamos cortes de calle y asambleas que, de conjunto, sumaron más de 2.500 compañeros que repudiamos la brutal golpiza de la patota sindical y de Alterini, y a la Asamblea Universitaria, y votamos realizar una gran marcha este viernes, desde plaza Houssay hasta el Rectorado, pasando por el Ministerio de Educación. Este es el camino que tenemos que seguir para desarrollar un fuerte y masivo movimiento para democratizar la universidad.

En la UBA hay una ”crisis orgánica”: por una nueva reforma para refundarla

Lejos de ser una serie de incidentes o tomas que hacen que la UBA se “descomponga”, como plantean Clarín y otros (¿tal vez alentando alguna “normalización” por parte del gobierno?), las acciones contra la Asamblea Universitaria pusieron de manifiesto la profunda crisis que arrastra la universidad, luego de décadas de dominio de una camarilla vitalicia y corrompida, unida por múltiples lazos a la clase capitalista y a los políticos del “que se vayan todos”. La dominación de una casta que se autorreproduce, por un lado, y los convenios y pasantías con grupos como Telefónica, Monsanto (Agronomía), Techint (Ingeniería), Roche (Medicina), etc., por el otro, expresan el contenido político y social reaccionario de una universidad dominada por un puñado de 2.000 profesores, a expensas de los 320.000 estudiantes, 10.000 no docentes y 28.000 docentes. Solamente impulsando un gran movimiento, tan profundo como la reforma de 1918, tan extendido como las grandiosas movilizaciones de los estudiantes y trabajadores franceses, se puede tirar abajo al actual régimen universitario, y refundar la universidad sobre nuevas bases. Es decir, un Congreso Universitario con mayoría estudiantil, voto de los no docentes y claustro único docente, y con elección directa de todos los cargos, que tire abajo a la Ley de Educación Superior, y que lejos de sumir sus recursos a los intereses de la clase capitalista, oriente su labor, sus investigaciones y sus profesionales, a construir una UBA al servicio de los trabajadores y el pueblo, sus necesidades y sus luchas.

La ”bigamia” K y la impotencia de los decanos ”progresistas”

En crisis como la actual, donde la derecha utiliza métodos brutales para imponer sus políticas, y donde el movimiento estudiantil apela a acciones de lucha como las tomas contra un candidato y una Asamblea inaceptables, se muestra la impotencia que hay de fondo en toda la demagogia oral kirchnerista. La política del gobierno de Kirchner viene siendo ambigua, porque juega a dos puntas. Mientras que por un lado impulsó y dejó correr los ataques de su amiga Hebe de Bonafini que dijo que “no pisaría más la UBA si ganara un procesista”, por el otro, sectores del gobierno apoyan la candidatura de Alterini. ¿Anró, de hecho, no es un sindicalista con llegada directa a la casa Rosada? La política del gobierno de Kirchner es la del equilibrista: apoya en general al sector de decanos centroizquierdistas que hablan de “democratizar” la UBA votando a otro candidato (Kornblihtt) en el mismo antro antidemocrático repudiado por los estudiantes, pero no al punto de atacar a Alterini, quien desearía se desgaste, para negociar mezquinas tajadas de poder en un lugar donde no tiene un fuerte peso. Solamente la movilización de los estudiantes, no docentes combativos y docentes, puede imponer una salida progresiva a la crisis de la UBA, cuestión que solo se logrará si se interviene en forma independiente de todas las camarillas, radicales y kirchneristas.

Democratizar la FUBA y los centros, construir organizaciones militantes

Como era de prever, los 6 centros dirigidos por agrupaciones radicales o afines1, que el sábado nuevamente no dieron quórum en el congreso de la FUBA2, anunciaron que rompen con la FUBA para construir una “federación de los estudiantes”. Los que fueron cortesanos durante 15 años del Menem universitario, de Shuberoff; los que transformaron a los centros en shoppings; los que se robaban los planes trabajar; los que fueron conducción de la SIDE y se fueron en helicóptero con De la Rúa, ahora hablan de “los estudiantes”. La única manera efectiva de acabar con la Franja y sus satélites, y de rechazar a Alterini y la Asamblea Universitaria, es llenando de participación los centros, realizando asambleas y democratizando todas las organizaciones estudiantiles, para poner en pie una FUBA y centros militantes y autoorganizados. Ahora, al calor de los más de 2.500 de estudiantes que nos organizamos en asambleas para repudiar el salvaje ataque, se nos plantea hacer una gran asamblea Interfacultades luego de la marcha del viernes 5, tal como se votó en las asambleas de Sociales, de Psicología, de Filosofía y otras. La conducción de la FUBA (PO y MST), con quien venimos impulsando la lucha contra Alterini, amparada en que la Franja no le dio quórum, desde 2003 se autoprorrogó el mandato, en una inaceptable decisión burocrática. Incluso, en 5 años, poco se ha hecho para democratizar la FUBA, que solamente cuando los estudiantes nos movilizamos en apoyo al paro docente, funcionó en forma realmente democrática. Es momento de dar vuelta la página: necesitamos una FUBA basada en Interfacultades, en momentos de lucha como el actual, y centros basados en asambleas y representantes desde los cursos. Además, hay que terminar con los centros y la federación “shopping” heredados de la Franja, con su sinnúmero de militantes rentados que las agrupaciones que dirigen la FUBA y otros centros aceptan y reproducen. En ese sentido, hay que impulsar el sorteo de los puestos de trabajo en “apuntes”, como sucede parcialmente en Sociales donde somos parte de la presidencia, conquista que fue producto de la lucha de En Clave ROJA junto a estudiantes independientes y otras agrupaciones.
Ese es el camino para tirar abajo a Alterini y rechazar masivamente a este régimen universitario antidemocrático, y para construir una universidad democrática y al servicio de los trabajadores y el pueblo. Es el camino, también, para poner en pie un movimiento estudiantil que, como en el Cordobazo, el Mayo francés y como actualmente los estudiantes franceses, luche en las calles junto a los trabajadores y contra el gobierno.

1 Se trata de Medicina, Económicas, Derecho, Agronomía, Farmacia y Odontología, que no por casualidad son las facultades menos movilizadas y activas.
2 La FUBA no realiza su congreso ordinario desde fines de 2003.




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