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80 despidos en el Frigorífico Rioplatense

Desde el PTS nos hicimos presentes desde el primer momento para rodear de solidaridad a los trabajadores despedidos. Reproducimos un reportaje a Carlos Zerrizuela, delegado del frigorífico Rioplatense, de Gral. Pacheco (Buenos Aires)

PTS

4 de febrero 2010

Desde el PTS nos hicimos presentes desde el primer momento para rodear de solidaridad a los trabajadores despedidos. Reproducimos un reportaje a Carlos Zerrizuela, delegado del frigorífico Rioplatense, de Gral. Pacheco (Buenos Aires)

¿Cómo comienza el conflicto en el frigorífico?

El jueves pasado nos encontramos con 80 despidos. Cuando los compañeros no pueden ingresar hicimos asamblea, votamos apoyar a los despedidos y cortamos la Ruta 9 frente al frigorífico, había mucha indignación. El mismo viernes el Ministerio de Trabajo llama a una audiencia y dicta la conciliación obligatoria.

Nosotros aprovechamos la conciliación obligatoria para organizarnos, pero sabemos que no es una salida de fondo, que el gobierno tira la conciliación para frenar la bronca. Acá hay varios factores que se mezclan. Por un lado venimos de un proceso de varios años de bronca al sindicato, porque no hacían nada. Así nos hacemos delegados desde noviembre del 2008 y empezamos un proceso asambleario. Discutiendo y votando en asamblea impulsamos el reclamo de un montón de reivindicaciones. Mientras tanto, la patronal acostumbraba a despedir centenares de compañeros en vísperas de las paritarias como medida diciplinadora, para que no reclamemos. En segundo lugar en los últimos cinco años hubo una serie de favores del gobierno a un grupo concentrado de la industria que cada vez se fue agrandando más, del cual Rioplatense es parte. Se encuentran siempre entre los primeros puestos de exportación, desde hace unos años el gobierno con la política de lista de precios de la carne en los supermercados los benefició con enormes ganancias, después con el tema de la cuota Hilton. Esta gente aprovecha la debilidad del gobierno y se plantean sacarles mas concesiones, y los presionan con los despidos y el aumento de la carne. Igual sabemos que el gobierno y la patronal van a estar de acuerdo en un punto, y es que ninguno de los dos quiere que haya representantes combativos de la clase, y van a tratar de eliminarnos a nosotros y a todos los compañeros que están reclamando en el Rioplatense.

¿Cuáles son los pasos a seguir?

Entendemos que hay que estar unidos con todas las luchas del país, cuando fue el conflicto de Terrabusi nosotros nos pusimos a disposición desde el primer momento, y no solamente por una cuestión de simpatía a los compañeros sino también porque entendíamos que el ataque era hacia nosotros. La patronal se está dando cuenta que la gente de Terrabusi nos viene a apoyar, vinieron los compañeros de Donnelley, de varios frigoríficos Runfo, Ecocarsa, Paty, Surmar, del sindicato SUTNA Fate, ferroviarios, delegados del SENASA, una directiva de CTA. El gobierno también toma cuenta de esto y no quiere otro quilombo como Kraft.

¿Qué impacto tuvo el conflicto de Kraft en el Rioplatense?

El año pasado tuvimos un hecho importantísimo que fue Kraft. Muchas veces pasó que despiden o no se respeta las tareas y se pelea, pero nunca a un nivel tan grande con tanta difusión. La clase trabajadora hizo una experiencia de conjunto en todo el país, incluso el que no estaba cerca de una experiencia de lucha pudo ver como actúan los distintos actores en los conflictos. Por un lado los trabajadores que resisten los ajustes de la patronal, por el otro el sindicato que los deja abandonados a su suerte y lo del Ministerio de Trabajo creo que fue notable, porque los compañeros decían “como puede ser que estos tipos violan la ley”. Muchos compañeros han sacado conclusiones que quizás nunca hubieran sacado en su vida. Dentro de este fenómeno hay que añadir lo del Subte, los compañeros se encontraron con delegados que cumplen el mandato de las bases y esto es justamente lo que la patronal quiere cortar.

¿Cómo están las cosas ahora?

Hoy tuvimos una audiencia en el Ministerio y fuimos con dos micros llenos de compañeros además de las organizaciones que nos apoyan. La patronal ratificó los despidos diciendo que no tiene trabajo y que está pasando por una crisis económica. Cortamos la avenida y le exigimos al sindicato que llame a una junta de delegados, y la exigencia que votamos en asamblea el lunes de llamar a un paro de todo el gremio ante cualquier despido en Rioplatense o cualquier frigorífico. Mañana realizaremos una asamblea y vamos a convocar luego a una reunión de solidaridad con todas las organizaciones.

Prensa

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